Lejos de mostrar la solidez de otras jornadas, sin parecerse al club que venía de cuatro partidos con su arco en cero, el Deportivo Lara vivió un día para el olvido en defensa, displicente y sin intensidad en varios pasajes del encuentro, situación que lo condujo a un inesperado revés por goleada, 4-1, en casa del Deportivo Táchira, en la octava jornada del torneo Apertura.
Sin disponer de Luis Curiel, su portero titular, ni Gabriel Cíchero, zaguero estelar de la plantilla, el conjunto rojinegro falló en la misión de contener al blindado e inspirado elenco de San Cristóbal, al verse desbordado en el juego aéreo, con los centrales totalmente “perdidos” en la tarea de tener bajo vigilancia a los atacantes aurinegros y, por ende, incapaces de repeler el peligro dentro de su trinchera.
Todos los actores, jugadores e integrantes del cuerpo técnico, que vertieron declaraciones previo a la visita a Pueblo Nuevo advertían sobre la necesidad de cuidar el orden en la retaguardia y evitar los “parpadeos” defensivos, conscientes de que enfrentaban a un rival de pólvora gruesa, que, como suele hacerlo en su estadio, iba a quemar sus cartuchos desde el mismo pitazo inicial.
Todo se quedó en palabras, porque al minuto 6, muy temprano en el juego, Pablo Camacho, el lateral derecho, cruzó un balón desde la derecha para que el paraguayo Víctor Aquino conectase francamente y poner al frente a los tachirenses, además de condicionar a los crepusculares de cara al resto del compromiso. Displicencia total, bien del marcador que permitió el centro, lo mismo que los tres jugadores que optaron por mirar al paraguayo mientras ejecutaba su remate.
Después, otra situación irregular que puso el camino más cuesta arriba, luego que Octavio Zapata agarrase dentro del área a Yuber Mosquera, en una acción de pelota quieta, y el árbitro decretó un penal, que posteriormente Aquino transformó para el 2-0. Y a principios del segundo tiempo otra escena displicente, tras un centro al área, cabezazo de Aquino para habilitar a Pedro Ramírez y este último rematar sin marca, para fusilar a Edgar David Pérez.
De allí en adelante, la historia fue un trámite, porque el revés ya estaba firmado. Del cielo al infierno paso el cuadro larense. Frenó antes a dos poderosos como Zamora y La Guaira, pero hizo aguas en defensa ante los aurinegros.
El único consuelo es que sigue al frente de la clasificación, aunque ahora con los mismos puntos que Táchira (17) y diferencial de goles (+7), pero mayor cuota de dianas anotadas (15 contra 13)
Confianza intacta
Leo González, DT del Deportivo Lara, lamentó el revés en San Cristóbal, pero advirtió que no por ello el equipo es peor que antes y dejará de pelear por el título.
“Seguiremos pensando en el campeonato. Tenemos 15 días para trabajar y corregir para de alguna manera dar un mejor funcionamiento en la definición y sostenimiento. No porque hayamos perdido 4-1, ya no servimos. Confío en mi gente y este equipo dará mucho de qué hablar en este torneo”, señaló el técnico en declaraciones ofrecidas a través del departamento de prensa del club.
La tropa guara va a una pausa, debido a las eliminatorias suramericanas a Rusia 2018, y volverá a la acción el 2 de abril, cuando recibirá al Atlético Venezuela.