El piloto puertorriqueño Alex Abreu jugará con Guaros de Lara hasta la serie ante Marinos de Anzoátegui (miércoles y jueves) para unirse a los Santeros de Aguada con los que tiene compromisos contractuales ya adquiridos para el inicio de la ronda regular de su país. Su estadía en el quinteto crepuscular la catalogó como positiva en su carrera.
“Estoy sumamente agradecido con Guaros de Lara. Esta gente se ha comportado de primera clase conmigo. Es una organización que es un ejemplo a seguir. De cómo se corre una organización y como se debe tratar a los jugadores, a la llegada al país me uniré en la búsqueda del título”, indicó Abreu al diario El Vocero.
Su principal función con el equipo crepuscular fue afrontar la Liga de Las Américas como piloto reserva y rindió al asumir un rol más protagónico, en los ocho partidos que disputó dejó promedio de 15.4 minutos, 8.5 puntos, 3.6 asistencias, 2.1 rebotes y 1.3 balones robados.
En la temporada de la Liga Profesional de Baloncesto, el puertorriqueño no tuvo la oportunidad de demostrar su talento al tener porcentaje por juego, 14.1 minutos, 5 puntos, 2 asistencias y 1 robo de balón.
Otra de las características que extrañará la gerencia de Guaros tras la salida de Abreu es su optimismo e intensidad en la cancha que era valorado por el director técnico Jorge Arrieta y sus compañeros de equipo.
Vive un gran momento
Luego del título continental, Abreu destacó que seguirá con su arduo trabajo y ganas en el tabloncillo para poder mantener su ritmo de juego en las venideras competencias que afrontará en su país.
“Ahora mismo estoy pasando por el mejor momento de mi carrera. Gracias a Dios por todas las bendiciones que me han llovido en los últimos años. El título continental con Guaros ayuda mucho en lo personal, me estoy gozando este momento”, manifestó el piloto puertorriqueño.
El jugador destacó que ha tenido dos años llenos de logros en su carrera deportiva, al ganar el Centrobasket con la selección de Puerto Rico y en la Liga Nacional de República Dominicana al fungir como titular indiscutible en el lauro de los Leones de Santo Domingo.