La esbelta actriz, Norkys Batista, de nuevo pisó las tablas del Teatro Juares el pasado sábado, con una doble función a casa llena de la atrevida pero educativa obra Orgasmos, original de Carlos Castillo.
Acompañada de Xavier Muñoz, la morena encarnó el papel de Alexandra, una sexóloga y escritora, de madre ginecólogo y padre proctólogo, quien se encarga de investigar sobre los orgasmos, a fin de objetar la errada concepción sobre esta sensación casi efímera pero intensamente buscada.
“¿Ustedes están abiertos?”, preguntó con actitud seria la venezolana al iniciar la obra, durante la cual comentó que si bien el orgasmo es una palabra compleja que ha tenido impacto en la literatura, el cine y otras expresiones, representa no sólo “segundos de gloria”, sino también un tabú, un mito, un tema que genera vergüenza.
Para la actriz, el tema debería ser tratado de forma natural.
En tal sentido, criticó que la mujer haya sido declarada una eterna insatisfecha, lo cual generó complejos y culpas.
Comentó que el orgasmo descrito en los libros no es igual al real y es allí donde inicia la decepción, la eterna búsqueda de esos segundos de felicidad.
Detalló que sólo el 70 % de las féminas alcanza el orgasmo y que puede durar entre 3 y 12 segundos. Este último rango, lo alcanzan sólo pocas esporádicas veces.
Pero, por qué es tan complejo alcanzar el clímax. Ella lo atribuyó a poco conocimiento del tema, baja autoestima y poca comunicación con la pareja.
Se refirió a la masturbación como una práctica que permite a la mujer conocer su cuerpo e identificar su clítoris, lugar que el 90 % de los hombres ignora, según datos expuestos por Batista, quien invitó a las mujeres a educar a la pareja sobre sus preferencias en la intimidad.
Asimismo, invitó a las mujeres a valorarse, a tener alta autoestima y amarse a sí mismas. Al hacerse respetar, demostró, los momentos en parejas se salvan de “un mal orgasmo”.
Agitada por el desconocimiento de las parejas sobre el tema, preguntó a los presentes si conocían el “Punto G”, para luego detallar que el clítoris está formado por ocho mil nervios que dan placer, por lo cual también exhortó a las damas a identificar el propio.
Para ello, instruyó junto con Muñoz, sobre cómo buscarlo.
Entre anécdotas, bailes y una que otra crítica a personajes de la televisión (ahora políticos), el Presidente de Venezuela y los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), las cuales arrancaron aplausos de la concurrencia, la actriz destacó que no sólo el tamaño del miembro masculino importa. Las mujeres también pueden alcanzar el orgasmo, una súbita euforia, a través de detalles, besos y caricias.
Batista, en su papel de la sexóloga Alexandra, advirtió que el orgasmo no sólo se logra con la fricción a través de la penetración, concepto inspirado en revistas y material pornográfico.
Ilustró a las damas presentes sobre este. No sólo lo definió como una contracción de los músculos que genera placer, sino que también los clasificó en orgasmos mágicos, clásicos, únicos, tímidos, ocultos, gritones y mañaneros.
Invitó a las mujeres a ser creativas en la intimidad, al tiempo que negó la existencia de una enfermedad llamada frigidez. Habló de esta como un bloqueo psicológico, también ocasionado por el desconocimiento o la mala comunicación en pareja.
“El sexo hay que vivirlo, sentirlo y conocerlo”, dijo la actriz, quien instó a las mujeres a tocarse y a jugar con la imaginación.