Corea del Norte probó un nuevo motor de cohete, en presencia de su líder, Kim Jong-un, coincidiendo con una visita del secretario de Estado estadounidense a Pekín, donde China y Estados Unidos trataron sobre el programa nuclear de Pyongyang el sábado.
«El mundo se dará cuenta muy pronto de la importancia de la victoria histórica que hemos firmado hoy», destacó el líder del régimen norcoreano, Kim Jong-un, citado por KCNA, la agencia de prensa norcoreana.
Una prueba que coincidió con la llegada a Pekín, el sábado, del nuevo jefe de la diplomacia estadounidense.
Horas antes de reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, Rex Tillerson aseguró que Pekín y Washington iban a trabajar «juntos para ver si podemos llevar al gobierno de Pyongyang a cambiar de posición (…) y alejarse del desarrollo de armas nucleares».
En la capital norcoreana, el Kim Jong-un se congració por el éxito de la prueba. «El desarrollo y conclusión de un nuevo tipo de motor de alto empuje podría ayudar a consolidar la base científica y tecnológica, y alcanzar la capacidad mundial de transmisión por satélite en el campo del desarrollo del espacio exterior», reportó KCNA.
«El líder (Kim) subrayó que el éxito de esta prueba es un acontecimiento de una importancia histórica y declaró que se trataba de un renacimiento para el programa de cohetes del país», recalcó la agencia.