Mientras el mundo avanza a una era de vehículos que se conducen solos, Israel se está preparando para ser el Detroit del futuro. El país ha emergido como un líder mundial en el campo de los coches autónomos, un campo de rápido crecimiento, como quedó demostrado con la compra de 15.000 millones de dólares que hizo Intel esta semana por la firma israelí Mobileye.
Israel ahora es sede de cientos de empresas startups que proveen de todo, desde sensores hasta seguridad digital o recolección de datos para vehículos autónomos, lo que coloca al país junto a Silicon Valley en el frente de una industria que muchos esperan despegue en la siguiente década.
«En los últimos 12 meses, el interés global ha crecido más y más», dijo Lior Zeno-Zamansky, director ejecutivo de EcoMotion, una organización sin fines de lucro que promueve el sector del transporte inteligente en Israel. «Todos están buscando al siguiente Mobileye», agregó.
Dijo que el sector de transporte inteligente israelí ha atraído unos 4.000 millones de dólares en inversiones en los últimos cuatro años y prácticamente la mitad fue atraído por dos líderes de la industria Mobileye y Waze. Durante ese tiempo, el número de startups israelíes en el sector ha crecido de 87 en 2013 a más de 500.
Prácticamente toda firma automotriz importante ha puesto un pie en Israel y muchos directivos visitan el país regularmente. General Motors ya abrió un centro de investigación en Israel, mientras que Renault y Daimler también están abriendo instalaciones en el país. Otras empresas que incluyen a Ford, Honda, Toyota, Subaru, BMW, Mazda, Hyundai, Volvo y Audi también están activas en Israel.
En una señal de este interés, se espera que la conferencia anual de EcoMotion en mayo atraiga a más de 150 inversionistas, comparado con una decena en 2013, dijo Zeno-Zamansky. EcoMotion es una inversión conjunta entre el Instituto de Innovación de Israel, la oficina del primer ministro y el Ministerio de Economía.
Michael Granoff, presidente de Maniv Mobility —la única empresa de Israel dedicada exclusivamente a la tecnología de vehículos autónomos_, dijo que la industria automotriz está «madura para un cambio». Citó los altos costos y las ineficiencias que significa tener un vehículo y pasar tiempo sentado en el tráfico, además de la enorme cantidad de tragedias al volante en todo el mundo.
Agregó que Israel está bien posicionado para encabezar ese cambio, no solo para construir carros o motores, sino también como superpotencia tecnológica.