El base Heissler Guillent, quien completó un doble doble de 13 puntos y 10 asistencias en la victoria de los Guaros de Lara frente a los Leones de Ponce (Puerto Rico), 100-87, que les otorgó el pase al juego por el título continental, en la acción de la Liga de las Américas FIBA 2017 en el Domo Bolivariano de Barquisimeto, sabe que su siguiente rival, Weber Bahía Basket (Argentina), será un hueso duro de roer.
“Será un juego de final. Por algo esos muchachos se ganaron un lugar allí, tienen mucha energía y habrá que salir con mucha intensidad, tratar de hacer las cosas lo mejor posible y también respetar el plan de juego que nos den los coaches”, explicó el orgullo del barrio Kennedy en la capital del país.
Elogió el trabajo del equipo y destacó el aporte de Zach Graham. “Nos ayudó muchísimo y nos cargó. Tuvo una noche increíble y las cosas se nos dieron. Es difícil mantener un solo estilo de juego o atacar por un solo lado de la cancha durante 40 minutos. Tenemos poder en la pintura y muy buenos jugadores perimetrales y esta combinación nos salió muy bien”.
Por su parte, el también armador puertorriqueño Álex Abreu tuvo que ser verdugo de un equipo de su país y superar a un ídolo, el exNBA Carlos Arroyo. “Jugar un Final Four es un orgullo para un jugador a cualquier nivel y contra Arroyo traté de competir como si fuese cualquier otro aunque es alguien a quien admiro y respeto mucho”.
El dorsal 1 consideró clave “implantar nuestra ventaja en la pintura y meterlos temprano en problemas de fouls. Teníamos que mover la bola y que todos estuviésemos involucrados”.