Sus instalaciones tienen 50 años, edad que pasa factura y que se puede apreciar a simple vista. Con 873 alumnos en su interior el Liceo Bolivariano Rafael Villavicencio sufre cada vez que llueve.
Por muy poco que sea, el manto asfáltico del techo se ha desgastado y esto ha generado inundaciones en reiteradas oportunidades, expuso Hugo Lozada, director de la institución quien accedió a mostrar las problemáticas al equipo reporteril de EL IMPULSO.
Igualmente, los sanitarios no están en el mejor estado, esto debido a que las tuberías datan de cuando se inauguró la escuela, lo que ha resultado en los colapsos de algunas batería de baños. Esto aunado a que no se reciben la dotación de implementos de limpieza.
“Hemos hecho la solicitud a Hidrolara porque nos han dicho que les compete a ellos, pero aún no hemos tenido respuesta”, dijo el directivo.
Otro de los males del liceo es la inseguridad a la que ha sido sometido, siendo el último hecho el hurto de los cables que daban luz al gimnasio con el que cuenta. En años anteriores sufrieron el robo de 16 computadoras operativas del laboratorio de informática.
Algunas aulas se notan deterioradas y con falta de iluminación, la cual no puede reponerse por los altos costos. Solo por autogestión y ayuda de los representantes se mantiene la institución.
Anhelas que próximamente sea inaugurada la edificación construida por Corpolara, la cual se concluyó en agosto del 2016 y espera solo por detalles.