Mesura y discreción. Tras declaraciones del presidente Nicolás Maduro y el vicepresidente Tarek El Aissami, sobre “la guerra del pan”, para inducir la escasez del producto, por lo cual el Gobierno Nacional ha anunciado que expropiará los establecimientos que incurran en esta práctica y cederá los mismos a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), panaderos de Barquisimeto, han mantenido sus reservas y han preferido no declarar al respecto, por temor a futuras represalias.
Quienes respondieron a las interrogantes del equipo reporteril del diario EL IMPULSO, pidieron mantener su identidad en anonimato. El administrador de una panadería ubicada en el centro de la ciudad, expresó que aunque el anuncio resulta preocupante, esperarán por su publicación en gaceta oficial para la interpretación legal.
-Nosotros somos empresarios y no podemos permitir que nos expropien. Lo mejor es mantener la calma y estar atentos al mercado, porque de lo contrario, nos volveremos locos… Si en un momento dado no cuento con capacidad para atender la demanda, prefiero cambiar de rubro, para evitar que alguien se meta en el negocio y que me expropien.
Los panaderos comentan que la situación es tensa. Sin embargo, han optado por mantener informados a sus trabajadores, a fin de que estos comprendan el peligro que asume la empresa.
En múltiples panaderías visitadas, en el especial en el Este de la ciudad, se escucharon expresiones de preocupación de sus empleados, quienes dijeron ser “venezolanos”, por lo que exigen garantías de empleo.
¿Y las materias primas?
La escasez del producto radica en la falta de materias primas, coincidieron representantes de cuatro panaderías consultadas.
Ante la ausencia en el mercado formal de ingredientes básicos como harina de trigo, manteca, margarina, azúcar y levadura, acuden a la oferta paralela que registra hasta un 1.200% de sobreprecio.
Al consultarles sobre cómo ajustar dichos costos, a los precios justos normados por el gobierno, a fin de no ser multados en fiscalizaciones y cumplir con la ley, aseguraron que equiparan su estructura de costos a través de la diversificación de la oferta, es decir, no se dedican a un sólo rubro. De lo contrario tendrían que reducir la nómina de trabajadores o cerrar.
Organismos públicos han fiscalizado la capacidad productiva de panaderías de la entidad. Sin embargo, siguen sin recibir la materia prima suficiente para su labor.
“El Gobierno hace y hace anuncios, pero nada de lo que dicen se ajusta a la realidad de Venezuela”, comentaron.
La Federación de Panaderos de Lara también fue consultada sobre este respecto. Sin embargo, su postura fue de silencio.