Por iniciativa de la diócesis de Valencia, este sábado, se dio en la catedral de la capital carabobeña la introducción de la causa para la canonización de Salvador Montes de Oca, el obispo nacido en Carora que murió fusilado por los nazis el 10 de septiembre de 1944 por haber protegido a los perseguidos de la guerra.
Al término de la eucaristía presidida por el cardenal Baltazar Porras y concelebrada por el cardenal Jorge Urosa Savino; el arzobispo de la diócesis carabobeña, Reinaldo del Pettre; el obispo de Carora, Luis Armando Tineo, otros prelados y sacerdotes del estado anfitrión y de Lara, se desarrolló el acto de instalación y juramentación del tribunal de la causa, encabezado por del Pettre; los sacerdotes Rudy Rakj como promotor de justicia, Nelson Borges como juez delegado y Elking Rincón como notario; el vicepostulador, presbítero Antonio Arocha y el canciller, sacerdote Moisés Higuera.
En la misma ceremonia se juramentó una comisión de historiadores y archivistas en cuya responsabilidad está la recolección de las acciones de Montes de Oca durante su vida sacerdotal en Venezuela e Italia, donde encontró morada luego de ser expulsado de Venezuela por orden del gobernante de la época en Carabobo.
“Es un gran día para la Iglesia venezolana porque se da inicio del proceso de beatificación de un hijo de esta tierra, un caroreño formado en Barquisimeto, obispo de Valencia (el segundo en la historia) y, después, en el exilio toda la labor que realizó en Italia, primero, como sacramentino y, luego, como cartujo hasta la muerte en manos de los nazis”, declaró a EL IMPULSO el cardenal Porras.
La petición formal ante el Vaticano de que Montes de Oca sea declarado santo es, en opinión de Porras, un espejo necesario para la sociedad actual: “En momentos de crisis como los que vive nuestro país tener esos ejemplos de hombres con virtud, con entereza de ánimo y entrega total, indudablemente, es un testimonio a seguir”.
Este hecho demuestra también, al modo de ver del obispo de Carora, que en Venezuela hay santidad y que este “no es un país solo de problemas y gente mala”. Con su obra, completó Tineo, Montes de Oca demostró que cuando alguien es fiel a sus ideales puede llegar a la gloria de los altares: “Es un mensaje positivo para las generaciones futuras de que sí se puede luchar por el bien, que aunque haya persecución, incomprensión, exilio, dolor se puede ser fiel a un ideal hasta las últimas consecuencias”.
Después de años de investigación, para los parientes y principales pregoneros de la vida del sacerdote que murió firme en sus convicciones como cristiano la fecha de la introducción de la causa de santidad fue “un día memorable, de mucha alegría. Estamos celebrando lo que siempre hemos sabido, que tenemos un santo en la familia”, reconoció la representante de la fundación creada en nombre del obispo larense, Reina Lara de Montes de Oca.
Hasta la fecha se cuentan más de 20 causas para la beatificación y canonización de venezolanos introducidas ante la santa sede. El primer paso es lograr que a monseñor Montes de Oca lo declaren venerable, luego, beato y, por último, santo. De completarse satisfactoriamente cada etapa se convertiría en el primer santo venezolano, pues hasta ahora solo existen dos beatas e igual número de venerables.