Varias organizaciones defensoras de los inmigrantes en la ciudad de Nueva York y el resto de Estados Unidos están brindando sesiones de capacitación que ofrecen consejos tácticos a quienes temen ser deportados. Las sesiones son impulsadas como una manera de prepararse ante lo que esperan que sea una campaña de represión contra los inmigrantes sin residencia legal bajo el presidente Donald Trump.
Entre los consejos que ofrecen estos grupos está el de mantener la puerta cerrada si tocan los agentes de inmigración. En caso de que sean detenidos, recomiendan no dar ninguna otra información más que su nombre. Definitivamente no firmar nada. La idea es crearse tan pocos problemas como sea posible si se topa con agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).
Las sesiones informativas, llamadas «conozca sus derechos», han sido impulsadas también por algunos grupos en Nuevo México y El Paso.
La idea, dijeron los organizadores, es orientar a los inmigrantes sobre cómo rechazar legítimamente los intentos de detenerlos, utilizando principalmente tácticas diseñadas para evitar que los agentes se enteren de algo que desconocen. El gobierno no puede deportar a alguien a menos que pueda demostrar que está ilegalmente en Estados Unidos.
Durante una sesión el martes en Queens, una veintena de personas escucharon a Yaritza Méndez, coordinadora de extensión en el grupo defensor de los inmigrantes Make the Road New York. Méndez habló de varias maneras en las que los agentes del ICE pueden encontrar a una persona y qué hacer si tocan a la puerta.
Incluso las personas que residen ilegalmente en el país tienen derechos constitucionales, recalcó Méndez, como los de no ser sujeto a cateos excesivos o confiscaciones ilógicas, no responder preguntas y no firmar ningún documento sin hablar primero con un abogado.
Varios voluntarios participaron en una simulación. Varios se echaron a reír cuando una mujer que llevaba un chaleco con las letras «ICE» irrumpió en la habitación después de golpear la puerta fuertemente.
«Trato de hacerlo interactivo porque es largo y un asunto muy triste, en cierto modo», explicó Méndez. Una señora sentada en la parte trasera preguntó. Si llegan agentes de inmigración a su puerta, ¿qué tal si abre la puerta un poco pero mantiene la cadena de seguridad?
«No lo haga», respondió Méndez. Ni siquiera un poco. Ese es también un consejo que dan los abogados defensores a sus clientes. Permitir que un agente se asome podría darles la justificación _llamada «causa probable»_ que necesitan para entrar sin una orden judicial.
Otros consejos ofrecidos durante la sesión: Asegúrese de que las órdenes presentadas tengan las direcciones y el nombre correctos y que estén firmadas por un juez. No ofrezca información de forma voluntaria. No muestre a los agentes ningún documento falso, ya que hacerlo es un delito grave que podría crearles problemas mucho más profundos.
También recomendó prepararse para lo peor. Por ejemplo, dijo, los padres de familia en peligro de ser detenidos deben tener los documentos apropiados en un lugar disponible para quien esté cuidando a sus hijos, mucho mejor que tener problemas de última hora buscando a alguien en una emergencia.
La mayoría de la gente en la sesión eran inmigrantes en el país sin residencia legal, pero también acudieron personas como la venezolana Pascalina Chirinos, de 63 años, residente legal permanente en Estados Unidos desde hace cinco años. Dijo que asistió para que pudiera compartir la información con amigos y vecinos, pero también para conocer sus propios derechos si alguna vez es detenida en redadas contra inmigrantes sin papeles.