Eran las 7:50 de la mañana cuando una funcionaria de la Contraloría del estado Lara se disponía a salir de una reconocida panadería ubicada al frente de la sede de Cantv al este de la ciudad. En el momento fue abordada por dos sujetos quienes le solicitaron las llaves de su vehículo, creyendo que las mismas pertenecían a un Toyota Corolla, pero no era así.
La dama accedió, pero los presuntos antisociales no lograron abrir el automóvil que querían, lo que generó su ira e intentaron disparar en contra de la trabajadora. Afortunadamente el arma no se accionó, lo que le permitió a la mujer gritar pidiendo ayuda, razón por la cual le propinaron un cachazo.
Las personas que estaban en el lugar se percataron de la situación, lo que puso en alerta a los hampones quienes intentaron apropiarse de una moto Bera Viper que pertenecía a José Vargas de 45 años. Este no corrió con la misma suerte puesto que fue herido por un tiro en el abdomen que le propinaron porque la moto no prendió. Vargas, quien se desempeña como herrero, fue trasladado inmediatamente a la Policlínica Barquisimeto e intervenido quirúrgicamente.
Este fracaso obligó a ambos sujetos a correr para huir de los vecinos de las distintas residencias que querían tomar la justicia por sus manos. Los antisociales vieron la oportunidad de tomar una camioneta Toyota For Runner que estaba esperando para ingresar a los edificios Parque Barquisimeto.
Encañonando a quienes se trasladaban y rompiendo el vidrio del vehículo lograron ingresar al mismo para realizar su huida, tomando la calle República, lugar en donde el cortacorriente del auto se activó impidiendo que los presuntos ladrones siguieran su rumbo.
Los habitantes de la urbanización El Parque aprovecharon la ocasión para agredir a los delincuentes, pero no pudieron hacerlo de la manera que se quería por la actuación oportuna de los Policías del Estado Lara quienes llegaron a los minutos y resguardaron a los antisociales quienes fueron identificados como Carlos Enrique Ramírez Adjunta de 26 años de edad y Edixon Ramón Riera de 31 años de edad.
A pesar que los sujetos fueron ingresados a la patrulla, los vecinos exigían que los soltaran para “hacer justicia” a los actos delictivos que realizaron.
No obstante los efectivos de la policía se negaron e incluso encararon a la colectividad asegurando que su deber es velar por la seguridad de los ciudadanos, aun cuando estos sean hampones, por lo que no podían permitir que estos fueran agredidos en su presencia.