La paz con la guerrilla de las FARC «no será suficiente para acabar con la violencia en Colombia», un esfuerzo que «tomará décadas», indicó este jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
En 2016, «a pesar de la indudable mejoría de la situación humanitaria», el organismo «documentó 838 posibles infracciones del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y otros principios humanitarios que afectaron a más de 18.600 personas», según señaló su reporte anual.
Estas infracciones, que en 40% de los casos perjudicaron a mujeres y menores, son violaciones a las normas de protección a la población civil e incluyen en los casos más graves desplazamiento, violencia sexual, homicidios o tortura.
Ante este panorama, el jefe del CICR en Colombia, Christoph Harnisch, instó a «aumentar el nivel de ambición» e implementar «de manera pronta y eficaz» el «histórico» pacto entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) y el gobierno de Juan Manuel Santos, sellado en noviembre pasado para superar más de medio siglo de conflicto armado.
Sin embargo, advirtió que poner en marcha lo negociado durante cuatro años en Cuba no bastará para poner fin a la violencia, aunque el texto destaca que el cese al fuego bilateral vigente desde agosto ha permitido que «la situación en muchas partes» haya «mejorado significativamente».
«Construir un país en paz requiere del esfuerzo de todos y tomará décadas», dijo.
El CICR, presente en Colombia desde hace 40 años, considera que esa violencia «que no cesa» se manifiesta en entornos urbanos, en confinamientos de población civil en zonas rurales controladas por grupos armados, y se traduce en amenazas, desplazamientos forzados, y situaciones de fuego cruzado.