La historia de la primera fase quedó atrás. Ahora todo comienza de cero. Y la selección sub17 de Venezuela procura que el inicio en ese nuevo camino sea firme, con un resultado positivo, para darle respaldo a la pretensión de tomar uno de los cuatro boletos al Mundial India 2017 que reparte el Suramericano de Chile. La tarea no es nada fácil, desde luego, entre otras cosas, porque el rival de turno, el primero del hexagonal final, es el anfitrión del certamen, elenco, que, además, terminó invicto y como líder de su llave.
El reto de los venezolanos ante los chilenos se dará este martes desde las 7.00pm (hora venezolana) en el estadio El Teniente de Rancagua, sede de todos los compromisos correspondientes a la fase final, que entrega cuatro pasajes mundialistas entre los seis finalistas.
La encomienda para los jóvenes vinotinto es esquivar la derrota, sumar por lo menos un punto para tomar aire de cara a los restantes desafíos. Puede que el grado de dificultad sea enorme, pero los criollos ha demostrado con su accionar de la primera fase que no tienen complejos y salen a “tutearse” con cualquiera. No por casualidad derrotaron a los argentinos en su primer partido de la etapa anterior, resultado que sirvió de base para consumar luego la clasificación a la fase decisiva.
Lo que sí se anticipa es que sería un duelo entretenido, vistas las características de ambos representativos, con tendencia siempre de ir al frente, buscar el arco contrario, sobre la base de un buen manejo de balón.
El patrón de juego de Venezuela seguramente se mantendrá, pese a que le hará frente al dueño de casa. Al técnico José Hernández le gusta atacar, lejos de encerrarse en su trinchera y tratar de evitar las goleadas. Un ejemplo claro es que suele soltar a sus laterales, como el caso de Eduardo Ferreira, un marcador de punta derecha que pisa el área me incluso colecciona un gol, sin olvidar que cuenta en ataque con un tridente pletórico en talento, que causa dolores de cabeza y seguramente pondrá a pensar a los chilenos, si es que desean volcarse en ataque para arrollar a los vinotinto.
Bryan Palmezano, diminuto mediocampista de prodigiosa pierna zurda, crea “poesías” desde la zona creación, mientras que arriba José Barragán y Jan Hurtado, ambos técnicos, rápidos y fuerte en lo físico, hacen daño cada vez que reciben un balón dentro del área, como ocurrió en las dos presentaciones previas, ante Paraguay y Perú.
Chile, uno de los dos invictos del torneo, dispone de una defensa sólida, con dos tantos admitidos en cuatro juegos, pero posiblemente vaya a su primera prueba de fuego, toda vez que terminó puntero en el grupo A, bautizado como “débil”, porque no incluyó a las potencias del área. Venezuela, en cambio, tuvo que eliminarse con Brasil, Argentina y Paraguay, y salió bien librado.
Un punto contra Chile será un buen negocio. Y un triunfo significará dar un paso gigante. Ojalá que la Vinotinto no traicione su idea futbolística y siga como hasta ahora: hacia el frente. Como dice el eslogan de la afamada empresa cervecera nacional: Sí se puede.