No sé cuantos de mis amables lectores pueden decir que al levantar una oración delante de Dios les ha sido contestada como lo esperaban.
Les cuento. Cuando laboraba como profesor de Historia Contemporánea hablaba con mis alumnos y les preguntaba si querían que tratáramos un tema de actualidad al final de la clase. El motivo era para variar un poco el tedio de ceñirnos a un programa esquematizado y motivarles a participar en un sano debate de algún tema de actualidad. Y la idea les entusiasmaba, por lo cual el tema de la oración y la creencia en Dios les llamó especialmente la atención.
Seguidamente, lanzaba una pregunta y venía la avalancha de manos que se levantaban para intervenir. Un día, la pregunta fue esta: ¿Contesta Dios sus oraciones? Entonces le di la oportunidad a un joven que estaba muy ansioso por hablar. Me dijo con visible tristeza que Dios nunca contestaba sus oraciones, lo cual causó un impacto especial en el salón de clase.
Seguidamente, una alumna se levantó y respondió con mucho cariño y con voz fina pero firme, que Dios nunca deja de contestar a quienes le buscan en oración. Que Él contesta a veces con un “no”, porque es quien mejor sabe lo que más nos conviene. En otras circunstancias dice “espera” y otorga la petición con creces y también dice “sí” de forma inmediata.
En lo que a mí respecta, no tengo la menor duda que nuestro maravilloso y amoroso Padre Celestial contestó de inmediato la oración elevada, no solo por este servidor, sino con seguridad, por muchos lectores, amigos y seguidores del Diario EL IMPULSO, por cuanto, al menos por los momentos, la dotación de papel para editar nuestro diario se ha resuelto. Obviamente, la amenaza en contra de su continuidad en la calle sigue latente. Debido a las trabas administrativas que se presentan, pero nuestras oraciones siempre estarán allí. Y lo hacemos con sinceridad, tratando de colocar un corazón limpio delante del Altísimo, por cuanto, oraciones con rabia, odio o resentimiento no son del agrado de Dios.
Estamos absolutamente convencidos que Dios sabe perfectamente lo que sucede en los corazones de los líderes políticos de este país y con seguridad obrará con poder en el tiempo que EL lo decida. Y eso, está comprobado en el pasado reciente de la historia política de la nación. A nosotros nos queda solo 3 cosas por hacer: “Orar sin cesar”. 1 Tes. 5:17. Hacer lo que esté a nuestro alcance, con amor sincero, en relación a la forma que podemos ayudar en este país. “Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Col. 3:23. Y tercero, seguir las recomendaciones que vienen de Dios. “Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas”. Mat. 7:12.
Hay muchos en el mundo de la cristiandad, cuyas convicciones desembocan en creer que ellos se comunican con Dios de manera especial y él les contesta en “visiones” o “sueños”. Sostienen que les “habla” personalmente. La verdad, con esto hay que tener mucho cuidado. Ya que nosotros hablamos con Dios a través de la oración, como un amigo, eso es orar y Él contesta a través de su Palabra escrita. Las respuestas de Dios vienen y las vemos con claridad cuando dejamos que nuestras percepciones espirituales reciban la influencia del Espíritu Santo. Es el caso de nosotros en cuanto al Diario EL IMPULSO. Hasta el martes Dios mediante.
William Amaro Gutiérrez
[email protected]