En los últimos días se ha agudizado la escasez de fórmulas lácteas en la entidad. Es una situación preocupante y desesperante para todos aquellos padres y madres que constantemente esperan durante largas horas en las afueras de los principales supermercados y farmacias de la ciudad la llegada de tan anhelados productos.
Como en el caso de Ana Anzola, madre de una niña de tres años de edad, quien asegura que desde hace más de cuatro meses no consigue el alimento para su pequeña. Detalla que la última vez que lo adquirió fue a través de un bachaquero, pero desde entonces, ni siquiera los revendedores ofrecen el artículo. Anzola con su voz quebrada destacó que su hija es delicada del estómago y no puede darle simplemente cualquier tipo de leche y teme por la nutrición de su hija ante la falta del suplemento alimenticio altamente codiciado.
¿Por qué existe una escasez pronunciada de fórmulas lácteas? Pregunta que los padres se hacen, ante el desaparecimiento del producto en el mercado. Lo que sucede, según la subdirectora del Hospital Pediátrico, doctora Idabelis Arias de Anzola, es que en Venezuela tan solo existe una empresa autorizada para traer fórmulas lácteas, Nestlé; sin embargo, en los últimos meses se liquidaron las divisas que le fueron otorgadas a la institución para adquirir las fórmulas lácteas. “La empresa compró lo que pudo comprar y trajo lo que pudo traer. Lo poco que se encuentra en el mercado ya es la reserva y se está acabando. Y según los empleados del laboratorio, el ofrecimiento de nueva liquidación de divisas es para el mes de mayo”.
Así mismo, recalcó que en las bolsas de comida distribuidas por los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y centros donde venden productos regulados, están comercializando unas fórmulas lácteas que no han pasado por el control de calidad de Nestlé y la empresa desconoce completamente su procedencia.
Problemas digestivos
En este año 2017, en las instalaciones del Hospital Pediátrico Dr. Agustín Zubillaga, hubo un repunte de casos atendidos de enfermedades diarreicas. Arias determina que las causas son: el déficit de vacunas rotavirus que ha habido en los últimos dos años y las transgresiones alimentarias que los representantes hacen con sus niños.
En la mayoría de los reportes salen a relucir pacientes que están recibiendo leche de cabra solamente hervida y leche completa mal diluida en pacientes que deberían estar recibiendo fórmulas de seguimiento que no se consiguen.
“En la emergencia de nuestro centro de salud han llegado muchos casos de diarrea ocasionados por transgresiones alimentarias. En su mayoría madres de familia que no tienen fórmulas lácteas para darle a los pequeños y resuelven con cualquier tipo de alimentación que no es la adecuada para el momento biológico del paciente”.
Desnutrición infantil
La especialista comenta que la escasez de fórmulas lácteas tan solo es una arista de uno de los problemas sociales que perjudica a los más pequeños, el incremento en los cuadros de desnutrición.
El resultado de la investigación realizada por un docente de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), revela que en lo que va de año, el 50 % de los pacientes que consultan en la emergencia de Pediatría, tan solo en las 12 horas diurnas, tiene algún tipo de desnutrición; incluso de pacientes neonatales que era algo nunca antes visto.
“No es algo que solo ocurre por la mengua de fórmulas lácteas, sino también la escasez de comida. Son hechos que ocurren en un ambiente laboral donde la economía informal es mayor que la formal, donde la inflación aumenta el precio de las cosas todos los días y el poder adquisitivo disminuye. Eso hace que las familias no tengan la cantidad de dinero suficiente para comprar los alimentos en la calidad y cantidad que los niños necesitan”, manifestó Arias.
Cuestión social
Empero, especialistas señalan que la escasez de fórmulas lácteas no debería afectar la buena alimentación de los más pequeños, puesto que tan solo 0,8 % de la población sufre de alergia materna. No obstante, las madres venezolanas tienen una resistencia marcada de dar lactancia y que se ha se convertido en una idiosincrasia el creer que las fórmulas lácteas sustentan mejor al niño que la leche materna.
La doctora María Antoni Ferrer comenta que la lactancia materna en los primeros seis meses de vida del niño es vital para su nutrición y, es ideal como un complemento alimenticio hasta sus dos años de vida, por el aporte de calcio que da. “Luego de los seis meses el niño debe comenzar a recibir alimentos y esta dieta debe estar acompañada por el consumo de leche materna. Un niño sano que se alimente de esta manera no necesitará adquirir fórmulas lácteas”.
Recalca que es necesario insistir en la lactancia materna, “ni siquiera importa si la madre está desnutrida, porque eso es un mito”. A esto, agregó que lo que ocurre es la poca información que poseen las madres, y cuando ven al niño con un cuadro diarreico, culpan a la leche materna y lo dejan de amamantar. En esos casos deben acudir a los especialistas para ver qué sucedió y hacer los ajustes necesarios.
“Los padres de un niño mayor de dos años que no consigan fórmula, pueden alimentar a su hijo con comida. En Lara tenemos una dieta rica en productos lácteos como el suero, queso, crema y ricota. Además existen muchos otros alimentos ricos en calcio dentro de los vegetales y cereales que fácilmente los niños pueden ingerir luego de los siete meses de vida y comerlos licuados o molidos (…) En medio de toda esta escasez, aún existen soluciones o ventajas para no dejarse ganar por ella y no dejar que nuestro niños se continúen desnutriendo, en el peor de los casos”, subrayó Ferrer.