El Parque del Este para muchos resulta un ícono de la ciudad, un pequeño pulmón verde en donde se puede disfrutar de hacer actividades al aire libre, ejercicio e incluso algunas celebraciones.
Sin embargo, cada vez parecen ser más las miradas negativas que se le dan al espacio debido a lo abandonado que luce.
Si bien la época de sequía puede generar que su color no sea un verde resplandeciente, se aprecia que no sólo se trata de esto, sino que además, hace falta una o varias manos para lograr que “el ícono” esté acorde a su importancia para la comunidad.
Desde que se entra al mismo se logra ver que puede resultar incómodo pasear por las caminerías por los desniveles que tienen a lo largo del trayecto, pero además, ahora el monte las ha deformado aún más e incluso han nacido pequeños árboles en sus hendiduras.
Hacer el recorrido por la tierra tampoco luce como una opción agradable debido al nivel que tiene la grama.
En el mes de enero, el director en Lara del Instituto Nacional de Parques (Inparques), Luis Colmenárez, informó que el Parque del Este sería rehabilitado con un mayor cuidado.
Aclaró que la recuperación de la laguna es algo poco factible, sin embargo se recuperaría para otros fines recreativos, pero hasta los momentos no ha sido así.
Anunció asimismo que los paseos en bicicleta también serían recuperados con la finalidad de brindar alguna actividad a los visitantes; pero durante el recorrido que hizo el equipo de EL IMPULSO no se apreció ni un biciclo.
La seguridad tampoco parece ser un fuerte en el lugar, pues a pesar de su extensión que representa más de 20 hectáreas, fue poca la presencia de personal identificado como trabajador del parque que se vio.
Este es un punto relevante para quienes lo visitan, debido a que cada vez se acrecienta el temor de acudir por los constantes robos que se generan en las instalaciones, especialmente a primeras horas de la mañana o al final de la tarde, cuando suelen entrenar algunos trotadores.
Todo aquello que conforma al parque se aprecia como una especie de caos.
Bancos para sentarse en mal estado, cafetín con muy pocas opciones, papeleras inservibles, kioscos para alquilar sin mantenimiento, no hay puntos de hidratación, y es poco lo que se tiene en el ámbito recreativo.
En lo poco que se está trabajando es en la estación agrourbana de la que no se ha dicho mucho y por ende, existe desconocimiento al respecto.
Son precisamente aquellos ciudadanos que acuden a ejercitarse quienes mayormente contribuyen con el parque incluso sembrando algunas matas y árboles para intentar devolverle el tono verde que ha ido decayendo.
Si bien el Parque del Este fue mencionado como uno de los destinos a visitar durante las festividades carnestolendas, aún queda trabajo por hacer para que el lugar luzca atractivo tanto a propios como a turistas.
La idea es aprovechar el asueto para hacer actividades que aporten para la recuperación del importante espacio verde de la ciudad.