Los “Na´guará” saltan como chivos alebrestados entre una frase y otra del discurso emocionado de Henry Pastrán, presidente de la Asociación Civil Proyecto Luces: “Quién se iba imaginar hace doce años, cuando nació el Proyecto Luces, que íbamos a estar aquí empezando un diplomado, ofrecido por una universidad, Na´guará”, afirma dirigiéndose a los representantes de la UCLA, UFT y la Cámara de Industriales del estado Lara. Cerca de veinte empresas colaboran con la puesta en marcha de la “Escuela de Formación Ciudadana” mediante el “Diplomado de Gerencia en Ciudadanía y Desarrollo Humano”, presentado por Gisela Ruiz Cordero, coach organizacional, asesora en emprendimiento y finanzas, representante de Cordero Agreda, cuyos 76 años de existencia suman a la experiencia, la conciencia de responsabilidad social.
Acompañada por los docentes responsables del I Módulo del Diplomado, se ha dirigido cálidamente a los 31 estudiantes del Proyecto Luces, provenientes en su mayoría de cursar pregrado en las Misiones. Explica su Objetivo General de lograr una visión compartida del bienestar común, mediante la integración de relaciones y diferencias de los actores sociales que interactúan en el proceso de transformaciones y cambios desde 3 ejes: ciudadano, desarrollo humano y empresa.
Dentro del salón, las sonrisas abundan entre los que participan en el sueño de construir ciudadanía. Afuera, el sol empieza a apretar sobre una avenida cuyo nombre “Las Industrias”, evoca lo que fuera zona de intenso movimiento del empresariado larense. Al lado, al Bicentenario se abarrota con la cola de pensionados cuya edad merece comedimiento y atención. Arriba, la esfera azulísima le recuerda a unos,otro cielo y otra vida o la maravilla de estar vivos y ser testigos de tanta belleza gratuita a lo largo del día.
La “Asociación Civil Proyecto Luces”, nació hace doce años en la Cámara de Industriales como respuesta a la necesidad de unir criterios entre la empresa privada y las comunidades. Tras 23 reuniones realizadas durante 3 meses, al comprender todos que no podían verse como entes aislados, lograron acuerdos entre comunidades y empresarios. Se re-conocieron en las coincidencias ylos problemas comunes y emprendieron un proyecto de responsabilidad social dirigido a niños entre los 6 y 12 años, estudiantes mañaneros que por trabajar sus padres, estaban a la buena de Dios por las tardes y necesitaban de una mano amiga y preparada para ayudarles en sus tareas escolares. Contrataron maestras que participaron en formaren diversas áreas a 1500 niños, con los cuales promueven hoy actividades en el área educativa.
Gisela sigue desgranando objetivos y presenta a los docentes del primer módulo, entre los cuales tengo la alegría de participar. Cada uno explica al grupo de qué se trata y las estrategias educativas que se aplicarán. Los participantes esperan la profundización de conocimientos previos para mejorar su perfil de maestro de aula y continuar transformando a los niños que participan del Proyecto Luces. Cada día se comprende mejor la importancia de una formación ciudadana, que modele un ciudadano que consciente de sus derechos y deberes, sea participativo en el devenir social. Es predecible que de recibirla desde la infancia, como actuación de vida en casa, en la calle y en la escuela, muchas actitudes y comportamientos negativos del adulto, cambiarán. ¿Se imaginan si replicara el ejemplo y se encendieran miles de sueños y proyectos?
Soñar un nuevo ciudadano no sólo es una necesidad nuestra, sino universal. Medellín es un ejemplo. Soñarlo desde las comunidades más desfavorecidas, no sólo es legítimo sino urgente, sin que ello implique ser las únicas necesitadas. Ha de dirigirse a todos los sectores, especialmente a los que confunden caridad con justicia e igualdad con concesión. Incluye las empresas privadas y las instituciones; empresarios, funcionarios, la comunidad organizada y la gente concreta como usted o yo.
Muchas de las personas que harán el Diplomado, son dirigentes y participantes de los Consejos Comunales, conscientes de la ausencia de re-conocimiento entre comunidades y empresas.Los que aprendieron a “verse”, saben que puede darse una relación productiva entre unos y otros. El título del cuento de García Márquez, “Me alquilo para soñar”, inspira el nombre de este artículo, cuyo tema, predicción de lo que ocurrirá si soñamos, puede ser inspiración y ejecución de postergados sueños colectivos.