La MUD comienza su anunciada reestructuración, al respecto 3 factores determinantes:
En primer lugar su vigencia/validez, todo indica que el escenario es nefasto, la treta del PSUV de enviar a sus acólitos a firmar “chimbamente” durante la recolección de manifestaciones de voluntad para el revocatorio, para después denunciar un supuesto fraude, aún generará dividendos al gobierno, seguramente el TSJ inhabilitará a la MUD reutilizando el burdo “fraude” fraguado deliberadamente.
La MUD debe desde ya contar con un plan B, C, D, hasta la Z, de manera que esa situación no les caiga de sorpresa. El proceso de revalidación de los partidos políticos ante el CNE, que en ocasiones anteriores era laxo y llegaba durar hasta un año, ahora solo durará 14 horas, con un mínimo de máquinas y personal CNE dispuesto para ello. La intención es evidente, anular los partidos opositores, así celebrar los venideros comicios con una elección ficticia, donde el gobierno financiará interesadamente algunas opciones “opositoras” para simular un proceso plural, legal y legítimo. La MUD debe estar consciente de ello, alertar a los venezolanos, al mundo entero.
En segundo lugar la asertividad, el mensaje, la conexión con el venezolano. El pueblo ya está cansado de diagnósticos, todos los habitantes de Venezuela saben qué es lo que ocurre ¡lo viven a diario! el asunto son las soluciones, volver a generar una “esperanza viable”, salidas a este pandemonium que se ha convertido el país, así motivar, esa es la clave, recobrar la confianza, hacer que el venezolano dirija esfuerzos para generar los cambios anhelados.
En tercer lugar el proceso comunicacional, la MUD se ha dejado acorralar mediáticamente por el gobierno, que le endilga el empeoramiento del país. La MUD ha sido poco eficiente en hacer comprender que ella ha cumplido cabalmente con todo lo ofertado en el 2015, desde la Asamblea Nacional ha redactado leyes y realizado actos para acabar con las colas, otorgar titularidad plena a los ocupantes de la Misión Vivienda, se ha ocupado de la inseguridad, la escasez, la inflación, entre otras acciones más, pero no ha dejado suficientemente claro que ha sido el TSJ por órdenes del Gobierno quien ha ilegalizado absurda e inconstitucionalmente todas y cada una de esas leyes y actos, debe ser más firme e incesante en mejorar su estrategia comunicacional.
Internacionalmente lo propio, es concluyente la presencia internacional en el país para que atestigüen como el chavismo va cerrando las vías democráticas, propulsando escenarios donde la violencia, la conflictividad social se vislumbran como hechos inevitables.
A todas estas, nos parece un inoportuno error haber designado a Juan Carlos Caldera y Chúo Torrealba como responsables de los cambios, el primero fue involucrado en un escándalo de financiamiento electoral dudoso, el segundo lo corresponsabilizan de los fracasos de la MUD durante el 2016… Llegó el momento de pisar firme y seguro.