Un sensacional gol del mediocampista Darwin Gómez le permitió al Deportivo Lara destrabar un compromiso que se le complicaba al cierre del primer tiempo y lo condujo a un triunfo de resonancia, tras despachar por 1-0 al Zamora FC, ante baja concurrencia en el Metropolitano de Cabudare, para convertirse en el único líder del torneo Apertura de primera división, adelantado este duelo de la jornada 12.
El tanto de Gómez ocurrió en la fracción 43, cuando tomó un balón por la zona derecha, al borde del área, para pegarle de zurda con efecto y meterlo en uno de los ángulos del arco defendido por el portero Carlos Salazar. El disparo parecía irse fuera, pero tomó rosca hacia adentro y dejó sin opciones al cancerbero de la furia llanera, que solo atinó a seguir con la vista la trayectoria de la esférica, carente de reacción.
Hasta entonces, el conjunto rojinegro no había mostrado mayor fluidez en su circuito ofensivo ante un elenco llanero bien parado en defensa y lucía destinado a un trámite de sufrimiento, visto que no funcionaba en ataque, sin ideas ni claridad, y era presa fácil del dispositivo defensivo del cuadro visitante.
El gol de Gómez cambió la historia del careo por completo y le reportó al cuadro crepuscular su tercera victoria en igual número de salidas en su propio feudo, para llegar a 10 contables y dejar atrás al Zamora con 8, que había llegado a tierra crepuscular como puntero del certamen. Además de ser un nuevo éxito en casa, significó la tercera salida para el elenco de Leo González en que deja el arco en cero, tarea nada fácil frente a Zamora, club de enormes recursos en su frente de ataque, que incluso había registrado un par de goleadas, ambas 3-0, en las dos primeras jornadas.
Batalla táctica
Vistas las características de ambos clubes y la cantidad de jugadores con buen pie que amalgaman, parecía cantado un duelo vistoso, de ida y vuelta, con numerosas ocasiones de lado y lado. Ocurrió todo lo contrario, porque privó la disciplina táctica, una lucha entre dos técnicos “ajedrecistas”, que provocó una escasez de situaciones de gol, hasta que Gómez cambió el decorado con un gol de otro partido, como suelen decir los entrenadores.
Ni un cuadro ni otro había llegado con peligro real, salvo una acción del rojinegro al 43, cuando Bernaldo Manzano sacó un “misil” que hizo volar a Salazar para evitar la caída de su arco. El tanto de Gómez fue más producto de una individualidad, iniciativa propia, que de una jugada hilvanada con criterio. Ahora, lo importante fue que le dio la ventaja al cuadro de casa y le facilitó la encomienda de cara al resto del compromiso.
Eso sí, inexplicablemente el Lara se echó para atrás en el complemento para cederle toda la iniciativa al Zamora, cuyo técnico terminó con cinco delanteros, con lo que asumió un riesgo enorme e innecesario, pero tuvo la virtud de que sus defensores estuvieron a la altura y sacaron cuantas pelotas cayeron en el área, vía aérea o por tierra para dejar en blanco al rival.
Ahora, a pensar en el Portuguesa, al que recibe el venidero lunes por la fecha cinco.