Las protestas de parte del magisterio se han vuelto una constante en la ciudad, esto debido a las distintas deficiencias que se tienen en el sector educativo en cuanto a los beneficios económicos y sociales, así como las condiciones en que se encuentran los planteles educativos.
Tal y como se había pautado, ayer un grupo de educadores se postró a las afueras de la Zona Educativa (ZE), para una vez más ejercer la presión que quizás permita que se les resuelva alguno de sus conflictos.
“Queremos que el Gobierno nos devuelva el Ipasme, que saquen a los colectivos que tienen ahí metidos”, aseguró Nelly Quintero, quien es representante en el municipio Jiménez del Comité Prorescate, Control, Seguimiento y Evaluación (Coprese) del Ipasme.
Aseguró que de parte de dicho ente no se tiene la atención necesaria a pesar de seguir otorgando el 6% de sus salarios mensualmente, por el contrario, las pocas citas que se asignan son otorgadas a personas de diferentes comunidades, y si bien no están en contra de esto, rechazan no tener prioridad alguna.
La deuda del aumento salarial del 17% que les corresponde a los maestros según lo estipulado en contratación, salió a relucir nuevamente por parte del representante sindical, Manuel Galíndez. Este además no dudó en rechazar cualquier tipo de amenaza que se presente de parte de las autoridades de las instituciones educativas o de la ZE.
“Luchamos para que no se siga con la piratería” expresó Galíndez al hacer referencia a que en Lara se continúa implementando el diseño curricular que en su momento fue presentado por el Ministerio de Educación, pero que posteriormente se suspendió.
Aparentemente esto sigue ocurriendo por órdenes de la directora de la ZE, Mirna Víes, quien desiste de abandonar dicha reforma, la cual aseguran que perjudica a la educación venezolana.
El malestar de los docentes abarca un sinfín de situaciones que cada vez empeoran sus condiciones, tanto en su vida general como en lo laboral. Carmen Huérfano, miembro de la secretaría de conflicto, dio a conocer que actualmente hay educadores que aun viviendo lejos de los planteles en que laboran, al no tener dinero para el traslado deben caminar para no faltar a su trabajo, pues esto podría provocar su despido.
Asimismo se hizo mención a una supuesta promesa falsa de parte de Víes hacia el magisterio al decirles que recibirían las bolsas del CLAP, pero esto no ha pasado, a pesar de que fue el año pasado en que se hizo el ofrecimiento.