Un defecto en las cañerías del bloque cinco de la urbanización José Gil Fortoul hace fluir agua residual por la intercomunal El Cují-Barquisimeto y se ramifica hacia la Ruezga Sur y el barrio Juan Sánchez. En ese trayecto también se encuentra una institución educativa, cuyos estudiantes al igual que los vecinos sufren las consecuencias del derrame de cloacas.
La incesante corriente de agua nauseabunda fluye durante todo el día por la vía pública y forma un pozo en el semáforo de la entrada de la Ruezga Sur. Por eso, frecuentemente los carros cuando pasan a velocidad alta salpican a los transeúntes .
Más allá de eso, los habitantes, sobre todo los niños, de los sectores cercanos han comenzado a notar los efectos de la exposición al líquido contaminado, pues, como lo testimonió Juan Sánchez, trabajador de un taller mecánico de la intercomunal, hay infantes con erupciones en la piel.
Por las tardes, dijo Sánchez, el mal olor se concentra, razón por la cual prefiere continuar las reparaciones de los carros en otro terreno separado del pozo de agua de cloacas formado en el semáforo.
Otra grupo afectado lo conforman los estudiantes de la escuela Cecilio Zubillaga Perera, ubicada en el mismo perímetro de los edificios de la urbanización José Gil Fortoul. Desde hace tres semanas, la directiva decidió que la cancha, el sitio más cercano al derrame de agua residual, no podía ser utilizada para evitar perjudicar a los alumnos.
Esta determinación modificó el programa de deportes, pues ahora la matrícula de 1.130 niños de primaria y preescolar solo practica juegos de mesa dentro de las aulas. También el receso cambió, porque solo permiten a los estudiantes permanecer en los pasillos, informó la docente Rosalba Castro.
Por la misma razón, los desfiles de Carnaval fueron suspendidos y solo se desarrollarán actividades dentro de los salones.
Hidrolara ha enviado a trabajadores para la reparación de la falla en varias ocasiones, pero hasta ahora solo han destapado varias alcantarillas y han removido tierra con autorización de Pdvsa, pues adyacente a los bloques atraviesa una tubería de gas, para ver cuál es el problema de la tubería, pero ninguna de las intervenciones ha sido exitosa.
De acuerdo a la información manejada por Castro el trabajo ha sido infructuoso porque de esa zona no existen planos para verificar la ubicación de las tuberías. Esto conlleva a que los trabajos se ejecuten con lentitud, opinó la docente y habitante de una de las comunidades afectadas.
Los vecinos esperan una solución pronto. De lo contrario, afirmó Sánchez, volverán a protestar en la vía, como lo hicieron hace una semana.