«En cierto modo, una cierta cantidad de la autocrítica es algo bueno, ya que te mantiene humilde. Al darse cuenta de que no importa todo el éxito que ha logrado, todavía puede hacer que los enemigos te hacen humilde, también”. Lyon Johnston
El emprendedor es un creativo, que es capaz de formular y realizar un proyecto, pero debe estar atento a no enamorarse de sus ideas. Sucede más a menudo de lo que se pueda pensar.
Es muy fácil para el aspirante a emprendedor llegar, sin darse cuenta, a negarse a sí mismo los puntos débiles de su idea, asumiendo que tendrá éxito sin verificar objetivamente, factibilidad, límites y margen de ganancias.
En general, quien no se da cuenta de los avisos de un posible fracaso, continúa invirtiendo recursos, cuando en realidad seria mejor cambiar, cuando todavía se está a tiempo. Además, no tienen en cuenta la competencia y mucho menos las críticas de los demás.
Este último es un aspecto importante, que merece algunas consideraciones.
Por un lado, la negativa a priori de las objeciones aleja de la realidad, sobretodo si se tratan de juicios constructivos hechos por amigos o expertos.
La crítica a la idea emprendedora, como aquellas al propio trabajo, no deben ser vistas como ataques personales, pero deben siempre ser examinadas con lucidez, ya que por lo general se aprende mas de las críticas que de los alabos e incluso para defender en modo más eficaz sus acciones, si se piensan justas.
Por tanto, siempre traten de estar conscientes de sus emociones, sin esconder aquellas negativas.
Para formarse un juicio sereno, se debe colocar una cierta distancia entre ustedes y el problema que les preocupa y en los momentos de crisis sean generosos con ustedes mismos, concédanse cualquier cosa para sentirse mejor.
Busquen de ser flexibles. Sus ideas y las estrategias con las cuales intentan concretarlas no son necesariamente infalibles. Deben tener la serenidad y la humildad de admitir sus errores y tener suficiente flexibilidad para modificar, un producto o servicio, el modo de trabajar, los tiempos y el presupuesto.
En breve, deberán adecuarse velozmente a los cambios que no han sabido o podido prever.
No sacar provecho de esta oportunidad, afianzan las estrategias que tardan en dar buenos efectos, o incluso producir daños que a menudo significan que, lamentablemente están cavando la fosa a sus ideas y aspiraciones.
Definitivamente, es necesario ser elásticos, proceder por ensayo y error, corrigiendo gradualmente el disparo, en base a las respuestas del público. Algunos emprendedores de éxito se han equivocado en diversos momentos, antes de lograr resultados positivos.