Las casas de cambio fronterizas fueron creadas para darle cuotas de poder a los llamados gobernadores fronterizos, pero las mismas presentan múltiples debilidades que hacen ver que esta medida está lejos de ser una apertura cambia, asegura Ecoanalítica.
Estima la empresa de análisis económico y financiero, que este es un esquema pensado para darle cuotas de poder a los llamados gobernadores fronterizos que en el pasado han sido señalados como cabecillas de un movimiento anti-Maduro (José Vielma Mora en el Táchira y Francisco Arias Cárdenas en el Zulia).
Consideran que más que una política cambiaria es una jugada de cuotas de poder. En el ínterin, está el grupo que maneja la operación, que además tiene un rol clave en las asignaciones de Dicom y tiene un banco en Puerto Rico, que está siendo usado como el sustituto del Citibank para las operaciones de corresponsalía. Dicom, que implica control, arbitraje y corrupción.
Adicionalmente, las casas de cambio presentan múltiples debilidades que hacen ver que esta medida está lejos de ser una especie de apertura cambiaria. En primer lugar, al tener un tipo de cambio fijo entre bolívares y pesos colombianos se parte de un mecanismo que no reconoce los fundamentos de oferta y demanda. Segundo, se mantienen las trabas burocráticas para operar en el mercado, lo que hace que sea poco transparente.
Y tercero, los límites en los montos de las transacciones evitan que la demanda sea satisfecha. Por todos estos motivos, preveen que las casas de cambio terminarán siendo más de lo mismo y que, por ende, influirán poco en el mercado cambiario de este 2017.