Al grito de «¡No es mi presidente!» y en clima de fiesta, unas 3.000 personas protestaban en Nueva York en este lunes feriado de sol invernal, en el que Estados Unidos celebra el Día de los Presidentes.
Manifestantes de todas las edades y razas se concentraron en Columbus Circle, frente al Trump International Hotel y en el lado oeste de Central Park, para expresar su insatisfacción con el nuevo gobierno, en la última de varias protestas que han sacudido el país desde que Trump llegó a la Casa Blanca hace un mes.
Apenas comenzada la protesta en el «Día de los Presidentes», que Estados Unidos celebra cada año, ya había unos 3.000 manifestantes, según un conteo no oficial de la policía, que cerró varias cuadras de la calle Central Park West.
«Trump está dañando el país. Si no hacemos algo, perderemos a Estados Unidos antes de darnos cuenta. Por eso en los últimos cuatro días he ido a cuatro protestas. ¿Qué más puedo hacer? Es la única manera de tratar de llegar al Congreso», dijo a la AFP una de las manifestantes, Rima Strauss, una psicoanalista jubilada de unos 70 años que vive entre Nueva York y Washington DC.
«Trump no nos escucha a nosotros. Pero si la gente común marcha en las calles, quizás tengamos una suerte de revolución», señaló Strauss, que también participó en la gran protesta de la Marcha de las Mujeres el 21 de enero, al día siguiente de la investidura.
«Somos musulmanes, vinimos a predicar el mensaje de paz y amor. Obedezco al presidente Trump pero no tengo por qué estar de acuerdo con sus políticas», explicó otro manifestante, Qamar Khan, un estudiante de medicina de 26 años que llegó a Estados Unidos desde Pakistán a los siete y hoy es estadounidense.
Khan se refería al decreto de Trump que prohibió temporalmente la entrada al país a refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes y que la justicia suspendió.
En una esquina, una docena de manifestantes con banderas estadounidenses y carteles que leían «Hispanos por Trump» y «Judíos por Trump» se enfrentaron a la multitud con cánticos y gritos.
«¡No a Trump! ¡No al KKK (Ku Klux Klan)! ¡No a una América fascista!», respondieron los anti-Trump mientras la orquesta tocaba «Stand up for your rights» (Defiende tus derechos), el himno por los derechos humanos de Bob Marley y Peter Tosh.