Los sombreros son unos de los accesorios más versátiles y, al mismo tiempo, clásicos a la hora de vestir. Sean de ala ancha, intermedia o corta, de copa alta o baja, redondos o de ala caída; en colores negros, blancos, marrones o beige y de materiales como, paja, fieltro o tela, siempre podremos encontrar uno que vaya con nuestro rostro y acorde a la ocasión en la que queramos lucirlo
Tal vez han visto el sombrero del que hablaremos en televisión o sobre la cabeza de alguna persona mientras caminan por la calle; de cualquier forma, estamos seguros de que cuando vieron nuestras imágenes pudieron recordarlo, aunque no tengan claro su nombre. Y es que su color puro, su textura suave y ese cinturón o cinta negra que lo acompaña, hacen de el uno de los modelos más exquisitos en el planeta.
Se llama sombrero Panamá y aunque pareciera obvia su procedencia, la historia nos dicta otra cosa. Están confeccionados de un fino y delicado tejido con paja toquilla o jipijapa, tradicionalmente se hacen a mano y van desde el trenzado más grueso al más refinado haciendo que la sensación al tocarlo sea algo único. Sin embargo, esta belleza artesanal no es fácil de encontrar y les diremos por qué…
Origen
Manabí es una provincia costera de Ecuador, famosa por ser la cuna original de los sombreros Panamá. En esta región, tejer sombreros va más allá de un trabajo, es sinónimo de cultura y tradición familiar. Aquí es donde crece la paja toquilla y desde muy jóvenes los habitantes se abocan a la producción de este tipo de paja, como materia prima, para luego crear los sombreros a los que ellos llaman “sombreros jipijapa”.
¿Por qué Panamá?
Son muchas las versiones que se hilaron, desde tiempos antiguos, sobre el nombre de este accesorio. La más conocida, quizá por su protagonista, es la reseñada por los medios sobre uno de los presidentes de Estados Unidos: Theodore Roosevelt. Según esta historia, comenzaron a llamarse Panamá, luego de que el presidente estadounidense usara uno de estos sombreros en su recorrido por el Canal de Panamá, internacionalizando así el accesorio bajo el nombre Panamá Hat (sombrero Panamá). Otra razón, un tanto ligada a la anterior, es que fue llamado así luego de que millones de estos sombreros fueran importados desde Ecuador a Panamá para el uso de todos los que trabajaban en la construcción del Canal haciendo que el modelo se propagara entre los pobladores.
Actualidad
Hoy por hoy, la ciudad ecuatoriana de Cuenca es la mayor productora de estos sombreros, sin embargo, la ciudad de Montecristi se conoce por tener la producción de sombreros más fina de todo el territorio. Existen muchos materiales con los que se hacen replicas en cualquier parte del mundo, sin embargo, en el año 2012 la Unesco declaró el tejido tradicional de este sombrero ecuatoriano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
¡Cuídelo!
Una joya artesanal como esta requiere de ciertos cuidados básicos, con la finalidad de preservar su forma:
– Evita el contacto con el agua. Si por alguna razón tu sombrero termina mojado, debes dejarlo reposar a la sombra hasta que se seque por completo. El agua o la humedad son uno de los principales factores que acaban con su forma.
– Guárdalo en un lugar fresco o ventilado. No se es recomendable tenerlo por más de 48 horas doblado, en maletas, bolsos o espacios pequeños, es preferible colocarlo en una caja de madera amplia o colgarlo.
– No tome el sombrero siempre por el mismo lado o ejerciendo mucha presión, esto hace que la paja se fracture.
– Si las alas se deforman, la mejor estrategia para acomodarlas es utilizar una plancha a vapor, protegiendo el sombrero con una tela.
– Si el sombrero se llega a manchar o ensuciar levemente, con una borra blanca puede limpiarlo. Nunca con agua o alcohol.