El ministro de Agricultura, Wilmar Castro Soteldo, sostuvo una reunión de varias horas con muy representativos ganaderos del estado Lara en las instalaciones del Centro de Inseminación Artificial Carora. La agenda estuvo signada por la supresión absoluta de alusiones a los temas políticos e ideológicos, algo que no estuvo planificado sino que surgió espontaneo del lenguaje técnico y conciliador usado por el ministro, quien no hizo mención alguna de la guerra económica, de la revolución bolivariana, del CLAP, ni nada que pudiera encender una chispa de enojo entre personas azotadas con calificativos y acciones hostiles durante dos décadas.
Wilmar Castro Soteldo escuchó con atención todas las exposiciones y solicitudes y manifestó en tono enfático que todas eran pertinentes y que por tanto el Gobierno nacional no tenía ninguna excusa para no cumplirlas. Dijo a manera de confesión -al menos así lo entendimos nosotros- que la crisis de desabastecimiento les había enseñado una gran lección y que por ello ahora los productores agropecuarios pasaban a ser los principales protagonistas de la recuperación de la producción alimentaria en Venezuela: ”Ustedes son los muchachos de la película, en su capacidad y espíritu de trabajo tenemos depositada nuestra confianza”.
Los reclamos y solicitudes de los ganaderos, en su mayoría especializados en la producción de leche, estuvieron centrados en la inseguridad frente al hampa que actúa impunemente y a diario, robando ganado, maquinarias, equipos y hasta objetos menores como machetes, palas, picos, alambres y en su conjunto, todo lo que puedan o se les antoje, debido a que no hay sanción que les detenga porque los detienen con las manos en la masa y a los tres días son liberados y se pasean ante las victimas con risas sardónicas y amenazantes.
El ministro prometió mano dura contra estos delincuentes y para ello dijo que pondría a los gremios ganaderos de Torres en contacto con dos generales que encabezaban unos grupos militares de alta eficiencia en la tarea de brindar seguridad en el campo, pidiendo al mismo tiempo y de manera encarecida que la relación fuera de absoluto respeto institucional, que no estuvieran invitándolos a parrillas ni parrandas, porque entonces la relación se contaminaba y la misión de dar seguridad se ponía en riesgo o fracasaba.
El anfitrión y organizador da la jornada fue Mario José Oropeza, presidente de Asocrica, quien de manera esquemática y concisa expuso las propuestas de los criadores de la Raza Carora:
1) Materialización de un antiguo convenio entre el MAT, Asocrica y Asocebú para la inseminación progresiva del rebaño cebuino hasta alcanzar el diez por ciento de este, con el objeto de incrementar la producción de leche mediante el mejoramiento genético del ganado doble propósito.
2) Que el gobierno nacional facilite la posibilidad de exportar semen y embriones Raza Carora a Colombia y Ecuador, países donde existen ganaderos dispuestos a comprarlos en conocimiento de que es la raza lechera tropical que mejor se acopla a sus planes productivos.
3) Instalar una máquina de sexaje de semen en el CIAC a modo de incrementar exponencialmente el nacimiento de hembras.
Estas propuestas y otras de similar importancia se llevó en carpeta el ministro Castro Soteldo. ”No tengo excusas para no cumplir, lo que ustedes quieren es trabajar y producir y eso mismo queremos nosotros”.
