Las denuncias que se han presentado en torno a las irregularidades en los distintos camposantos del municipio Iribarren fueron una problemática contínua durante el 2016, por lo que el Concejo Municipal tomó las acciones pertinentes al respecto.
La concejal Esther Camacho, miembro de la comisión de contraloría, instó al ex director de los cementerios municipales, José Gregorio Mendoza, a comparecer ante la Cámara con el fin de rendir cuentas acerca de las diferentes irregularidades que se presentaron durante su gestión.
La profanación de tumbas es uno de los temas más delicados, así como la extracción de cadáveres para vender las parcelas a familias que necesitan el servicio para enterrar un nuevo cuerpo en el lugar previamente ocupado son algunas de las denuncias que se han estado presentando.
Durante la inspección realizada por Camacho, la cual es la segunda del año, se pudo apreciar la cantidad de urnas antiguas que permanecen afuera de las fosas, incluso con algunos restos de vestimentas aparentemente del difunto que ocupaba el lugar.
La imagen que presenta el cementerio del oeste resulta tétrica, a pesar de que la maleza no está tan alta como en otras oportunidades, el tema de las ilegalidades que se suscitan en el lugar amerita la participación de diferentes organismos.
“Con el director saliente acabaron con parte de las caminerías”, aseguró la concejal. Al parecer tales espacios fueron destruidos y abiertos para aprovechar de enterrar otros cuerpos, perjudicando así la accesibilidad a las diferentes áreas del camposanto.
Asimismo, expuso que al menos 5 millones de bolívares fueron otorgados de parte del Concejo Municipal, con el fin de que se construyera la cerca perimetral del cementerio del oeste, pero este no tuvo ningún avance. Camacho también destacó la desaparición de 900 sacos de cemento de los cuales no se tiene información alguna de su ubicación o trabajo para el que fueron empleados.
Los familiares de los difuntos suelen ser los más afectados, pues no es una situación fácil el hecho de perder a un ser querido, sino que además deben enfrentarse a las diferentes “mafias” que están alrededor de los camposantos y son las que se ocupan de vender parcelas hasta en 400 mil bolívares, incluso, en algunos casos, los ciudadanos han resultado estafados y no logran obtener un espacio para el entierro.
“Hay funcionarios del cementerio que no cumplen con sus labores”, expresó Camacho, quien aprovechó de recordar a la colectividad que lo único que se debe cancelar para hacer uso del cementerio es el pago de impuesto.
La edil instó también a la alcaldía de Iribarren a que recoja la cantidad de desechos que permanecen a lo largo del lugar y que se encargue de mantener en buen estado los siete cementerios que se encuentran en el municipio.