La diputada ante la Asamblea Nacional, Bolivia Suárez, instó a la sociedad civil a acudir a una protesta el próximo lunes 20 de febrero a las afueras del Hospital Pastor Oropeza Riera del IVSS a las 9:00 de la mañana, para exigir al Gobierno nacional que se haga cargo de la “crisis de salud” que se vive en el país.
Con especial énfasis en los pacientes de enfermedades crónicas y familiares, la parlamentaria aseguró que es necesario que se tomen medidas que contribuyan a la sanación de aquellos desvalidos que no puede adquirir sus tratamientos, destacándose aquellas medicinas de alto costo que son distribuidas por entes gubernamentales pero, que desde hace algún tiempo, se ha convertido en toda una odisea obtenerlas.
Como un “genocidio silencioso” catalogó Suárez la situación en la que se encuentran los venezolanos con alguna enfermedad. Recordó además que hasta el momento, el Ejecutivo nacional se ha negado a aceptar la ayuda humanitaria que ha sido enviada por diversas organizaciones y naciones con el fin de dar una mano amiga a quienes lo ameritan.
“No se justifica este padecimiento porque Venezuela es un país rico y ahora los recursos en vez de invertirlos en medicinas los gastan en un carnet que ni se sabe para qué va a funcionar”, señaló la diputada a la vez que agregó que en caso de que dicha medida facilite la obtención de beneficios del gobierno como las bolsas del CLAP, las mismas continúan siendo insuficientes para los padecimientos que se tienen.
Asimismo mencionó que con el dinero que se invirtió en el carnet de la patria se pudo honrar la propuesta, de la cual fue precursora, del beneficio de bono de alimentación y salud para pensionados y jubilados.
“Las personas de tercera edad son las más perjudicadas y la pensión no les alcanza para comer y comprar las medicinas”, enfatizó, por lo que consideró necesario que el Gobierno atienda a la población que tiene alguna enfermedad, especialmente las crónicas.
“La salud ahora quedó en manos de Dios y de la Divina Pastora” dijo Suárez al escuchar testimonios de que ahora los pacientes solo esperan lo peor.