La desestimación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) al recurso de casación presentado por la defensa del líder opositor Leopoldo López, en agosto del año pasado, y la ratificación de la condena de 13 años y nueve meses dada a conocer, ayer, fue tachada por el expresidente de España, Felipe González, como “una actuación del aparato judicial nula de pleno derecho, arbitraria y completamente injusta”.
La opinión la hizo pública el exmandatario mediante un comunicado en cuyas líneas atribuyó la decisión a una valoración por la postura política del acusado y menos por los cargos por los cuales se le acusa: “El Tribunal sabe que comete un delito de prevaricación, el más grave que puede atribuirse a los jueces. Son conscientes de estar condenando a un inocente, solo por ser un líder opositor a la tiranía de (Nicolás) Maduro”.
Al sumar esta determinación con el resto de los disposiciones del TSJ en cuanto a los recursos que vayan en contra de la continuidad como primer mandatario de Nicolás Maduro, restándole autoridad a la Asamblea Nacional y “negando el derecho al voto a los ciudadanos” González concluyó que “en Venezuela se ha cerrado el círculo de la dictadura”.
Esta cadena de acontecimientos, “los desmanes, arbitrariedades y represión del Gobierno no parecen tener límites”, apuntó al final del texto.
Antes de cerrar las declaraciones para refutar la decisión del TSJ, González se ofreció para ayudar con la causa de la liberación del dirigente de Voluntad Popular: “Quedan abiertas las vías internacionales y, en mi condición de colaborador con la defensa de Leopoldo, ayudaré en todas las instancias que estén disponibles”.
El abogado de López, Juan Carlos Gutiérrez, dijo a la agencia EFE que al declararse inadmisible el recurso de casación pueden considerar tomar acciones internacionales.