El Deportivo Lara ejecutó su entrenamiento matutino del miércoles en el estadio Metropolitano de Cabudare y de inmediato tomó rumbo a Maracaibo para hacerle frente mañana al Zulia FC, en uno de los duelos más atractivos de la cuarta jornada correspondiente al torneo Apertura 2017.
El cuadro rojinegro realizó su sesión a puertas cerradas, con el técnico Leo González en la tarea de probar su once abridor y su propuesta táctica de cara a un duelo de alto nivel, que pone cara a cara a dos de los clubes de mejor arranque y con plantillas ricas en talento.
Desde luego, los planes del DT González permanecen en absoluto secreto, pero algunos de sus jugadores ya han dado pistas sobre el camino a seguir para no salir golpeados de su visita al “Pachencho” Romero, que se dará en horas de la tarde (3.00pm), bajo el “calcinante” calor de la capital zuliana.
Con tantas piernas virtuosas en el elenco petrolero la tarea apunta hacia un punto específico: robarle el balón al Zulia y con ello limitar sus maniobras. Es justo y necesario. Para comenzar, la zurda prodigiosa de Juan Arango, capaz de generar peligro con solo un cambio de banda o un balón al área.
Todo el mundo lo sabe, mientras menos pueda moverse con tranquilidad el maracayero más posibilidades de salir ilesos.
Ahora bien, no es la única amenaza. Igual de “venenoso” puede ser Yohandry Orozco, otro jugador que maneja con precisión su pierna zurda y es punzante a la hora de colocar un buen balón dentro del área, sin olvidar que en aquel club también hace vida Jefferson Savarino, una de las joyas del balompié nacional y que ahora mismo es el líder goleador del joven campeonato con cuatro dianas.
A este tridente de une el nombre del argentino Sergio Unrein, un atacante de buenas formas que está en su segunda campaña con el cuadro petrolero y ha dado constancia en varias ocasiones de su calidad. Es, pues, dura la encomienda de frenar al rival de turno, una prueba de carácter para la oncena larense, que viene de sacar el cero en el arco ante Metropolitanos FC en la anterior fecha.
Siete goles en tres partidos habla a las claras de sus fortalezas en el frente de ataque.
Pero es un club que también exhibe debilidades, tiene “rendijas” por las cuales los rivales pueden meterse para amargarle la existencia. Su defensa es de todo menos garantía de seguridad, al punto de que, así como ha marcado muchos goles, también los ha recibido: seis en los tres desafíos disputados.
Una muestra clara es lo sucedido en su anterior compromiso, que dominó 4-3 en casa del Monagas, pero con una enorme cuota de sufrimiento. Caminaba hacia una cómoda conquista cuando fabricó una diferencia de 3-0, pero hizo aguas una vez el cuadro monaguense adelantó líneas y lo metió en su propio arco. Hubo un momento en el cual el desafío se colocó 3-3, pero al final tuvo el toque de fortuna y calidad para marcar un cuarto tanto y llevarse el premio mayor.
Está claro que si se atreve, el rojinegro puede vulnerar las filas petroleras, aunque la cuestión es ver qué tanto asume riesgos.
Por lo pronto, hora regresiva para un choque prometedor, duelo entre dos elencos que cuentan con seis puntos y quieren mantenerse en la zona alta de la clasificación.