La salida nocturna de este sábado se convirtió en una triste película de terror para la familia Sira, luego de que Benny Josnell Sira Malvacías, de 33 años de edad, decidiera hacer una parada en la “calle del hambre” en la avenida Libertador de Barquisimeto (a la altura del Mercal de Patarata), lugar en el que fue mortalmente baleado durante un intento de atraco que se transformó en asesinato la madrugada del domingo.
Según comentaron testigos del crimen, el objetivo de los homicidas era hacerse con la Terios Bego en la que andaban Benny Josnell y su esposa.
Como a eso de las 4:00 de la madrugada la pareja llegó al sitio. Fue la mujer quien se bajó para ordenar en uno de los puestos ambulantes de comida rápida, mientras el hoy occiso se quedaba dentro del vehículo que estacionó frente a la Curia de la Arquidiócesis de Barquisimeto, justo donde termina la infraestructura de lo que era la antigua sede de Niños Cantores Televisión. Minutos después una moto que llegó al lugar descendió un hombre. El sujeto caminó hacia la puerta del piloto de la camioneta y exigió el automóvil al hoy difunto bajo amenaza de muerte.
“¡Baja el vidrio! ¡Baja de la camioneta! Es la PTJ”, gritaba uno de los atracadores mientras preparaba su arma de fuego.
Benny, por el contrario, intentó acelerar para intentar librarse del robo, pero su atacante accionó el arma de fuego en diversas oportunidades para después huir.
Al menos tres de los nueve disparos que habría hecho el asesino, dieron en la humanidad de la víctima fatal. Al ver lo sucedido, la hoy viuda de Sira, subió a la Terios para llevarlo a una clínica y tratar de salvar la vida de su pareja; no obstante, no sobrevivió.
En la escena del crimen, los funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en la región, tuvieron que hacer una reconstrucción de los hechos, pues las evidencias fueron movidas.
Hombre trabajador y de familia
Aunque los dolientes de Sira Malvacías se mostraron herméticos sobre lo suscitado, se conoció que el hoy fenecido era trabajador de Cervecería Polar. Asimismo, se supo que residía en el barrio San Benito y tras su partida quedan sin padre dos menores de edad.
Zona roja
Los 200 metros –aproximadamente- de la “calle del hambre” del este ha sido el escenario de varios crímenes durante los últimos años, bajo la mirada complaciente de las autoridades municipales y regionales.
A pesar de que el director de Mercados y Abastecimiento de la alcaldía de Iribarren, Giomar Rojas, aseguró públicamente que esta zona iba a ser desalojada a principios del año pasado, el espacio sigue dominado por la anarquía.
Este punto es utilizado por jóvenes y adultos para reunirse, consumir alcohol e ingerir sustancias ilícitas durante las noches del fin de semana.
La música a todo volumen interrumpe el sueño de los vecinos de las residencias La Rosa, Arca del Norte y apartamentos de la urbanización Patarata; ni hablar del de los ancianos del Hogar Corazón de Jesús que está a escasos metros.
Denunciaro que en repetidas ocasiones personas cometen actos lascivos dentro de los vehículos en la zona.
Al menos cuatro homicidios
Desde septiembre del año 2014 hasta ahora se han registrado al menos cuatro homicidios y más de 11 heridos por arma de fuego en el canal de servicio de la avenida Libertador, donde se instala la “calle del hambre”.
Gilberto Antonio Rivero Ramos, de 27 de eda fue una de ellas. Él y un compañero estaban en el sector el 21 de septiembre del año 2014, compartiendo junto a su vehículo marca Chery, modelo QQ, color azul, cuando un sujeto -apodado El Churuguaro- los amenazó para que entregaran el carro, pero se opusieron y les disparó.
Por su parte, en el mes de abril del 2015, Anthony Gabriel Rojas Suárez, de 27 años, a quien conocían como El Pincho, fue asesinado tras discutir con un enemig que se encontró cuando comía en la calle del hambre, en esa ocasión tres personas resultaron heridas.
También el 27 de junio de ese mismo año ultimaron a Deibis Johan Bravo Mujica (27), quien al parecer puso los ojos en la pareja de Freddy Alejandro “El Tortuga” Segovia (21).
Este se dio cuenta, se molestó y le disparó a Bravo Mujica para huir en un Yaris que después dejó abandonado en el C.C. París.