“Es la pobreza prolongada en el tiempo” y eso es lo que en gran parte de las sociedades latinoamericanas y sobre todo la venezolana está experimentando.
Esta pauperización sigue alargándose en el tiempo. Como en todo país hay sectores o clases sociales que no están pobres, por lo menos desde el punto de vista económico. Pero una gran parte de los ciudadanos del país incluyendo los de la “clase media” se han vuelto “pobres”, porque éste término involucra entre otros que la “persona no tiene lo necesario para vivir o desarrollarse con lo que tiene, lo tiene en escasez o muy poco”. Y hay pobres o “clase pobre” que ya cayeron en paupérrimos o extrema pobreza y están en convivencia con la basura.
El gobierno trata de construir viviendas, mejorar la salud, mejorar la escasez de comida y dar educación o limosnas al mendigo, pero es demasiado tarde para solucionar esta pobreza a corto o mediano tiempo; hay demasiados factores, obstáculos, ideologías y valores que el gobierno los tiene, o no los quiere aceptar. Pero la realidad de la pobreza existente está presente, por más marchas, mítines, cadenas, propaganda, aumentos de salario; la hiperinflación y la crisis están presentes. No habrá salario que alcance a la inflación.
“Ser rico es malo” dijo un difunto presidente, pero ser pobre es peor, es más pobre el rico que lo único que tiene es dinero, porque si no tiene otros valores es un “pobre rico” y es el más pobre de los pobres. Todo esto es solo en el contexto de lo económico o de los valores.
En forma más general el ser pobre es tener escasez de algo por ejemplo estar descuidado, ser infeliz, no tener valores éticos, ser compadecido o incomprendido, no ser querido; por eso creo que el no estar triste, tener vivienda, comodidad, comida, salud, educación, ser honrado y tener fe en un Dios no es ser pobre, es ser rico, muy rico.
Hay muchos “pobres diablos” en incontables sectores de la población y en los gobernantes de turno.
No se pongan alterados y no se ofendan cuando les dicen que son o están pobres, sobre todo si viene de sus familiares y viven en Venezuela, porque la realidad de la escasez de medicamentos, comida, mala atención en salud y educación deficiente que son necesidades básicas insatisfechas, son criterios de ser pobres y si quieren incluir que no pueden comprar o arreglar un carro, no pueden ni alquilar una vivienda o tienen que vivir arrimados a algún familiar, no pueden salir del país o no poder pagar unas vacaciones, o peor aún no pueden pagar la reparación de una nevera por el costo de mano de obra y los repuestos para poner un ejemplo más, seguirán siendo pobres y si caen en el extremo de no poder ir a un buen restauran, un espectáculo musical de calidad o comprar un buen vestido como se hacía en el siglo XX o en la cuarta república, porque en el socialismo del siglo XXI y del “ hombre nuevo” solo unos pocos pobres y muchos roborevolucionarios son los que lo podrán hacer.
“En el país de los ciegos, el tuerto es Rey”; pero en el país de los mendigos sus gobernantes malvados son sus verdugos. Hay países ricos en el subsuelo y pobres en su superficie; Venezuela tiene ricos, pobres, paupérrimos y mendigos, buenos, malos e ignorantes. ¿Tú qué eres? Con malvados antisemitas, comunistas radicales y retrógrados en el poder y en la justicia, la esperanza es sobrevivir firmes hasta el final y con rodillas en tierra al creador.
La novela Los Miserables de Víctor Hugo o los relatos escritos por la joven Ana Frank en su diario en la segunda Guerra Mundial se quedan pobres ante esta realidad venezolana. Les invito a leer estas obras y ver la semejanza con la situación actual venezolana, desde la historia de un presidiario por robar un pedazo de pan ante la necesidad de alimentar a sus hermanos, hasta la supervivencia en un cuartucho de una linda y valiente judía. Se van a dar cuenta que tanto en el siglo XIX, XX y XXI los diferentes tipos de pobres y miserables siempre han existido. No vayan muy lejos y vean las colas para comprar pan y si ven “delicateses” en el camino piensen en nosotros los pobres y en Ana Frank.