La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dio a conocer recientemente su junta reestructuradora encabezada por José Ignacio Guédez, secretario general de La Causa R; Enrique Márquez, presidente de Un Nuevo Tiempo; Juan Carlos Caldera, dirigente de Primero Justicia y representante electoral de la MUD ante el Consejo Nacional Electoral; y Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición.
Asimismo, se conoció que la MUD amplió su dirección política de 4 a 9 partidos. El G9 estará integrado por los representantes de los partidos políticos Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Avanzada Progresista, Movimiento Progresista de Venezuela, Vente Venezuela, Alianza Bravo Pueblo y La Causa R.
Para conocer si realmente la coalición entrará en una nueva etapa conversamos con Guillermo Martín, politólogo, investigador en reforma del Estado, gobiernos locales y descentralización; evaluador de proyectos sociales y editor.
-¿Qué opina acerca de la junta reestructuradora que anunció la MUD y de los dirigentes que la encabezan?
-Esta junta reestructuradora no debería estar integrada por ninguna de estas tres personas: Márquez, Caldera y Torrealba. Hay muchos dirigentes que no quieren a Torrealba en la mesa. Se ha cuestionado su permanencia en la organización por lo cual considero que debe hacerse a un lado. Enrique Márquez es de UNT, partido que pactó la liberación de Manuel Rosales y eso quedó claro, por lo cual tampoco debería estar ahí y Juan Carlos Caldera protagonizó un escándalo durante la campaña electoral de 2012, por presuntamente haber recibido dinero de Wilmer Ruperti. En términos de vergüenza Primero Justicia no debió haber postulado a Caldera para la junta reestructuradora. Ninguno de ellos tiene moral para estar allí. Por otra parte, Chúo Torrealba fue el coordinador de medios de la fracasada Coordinadora Democrática, él tiene mucha responsabilidad de los fracasos anteriores y los actuales.
-¿Entonces cómo entender que la MUD busque reestructurarse a partir de una junta con líderes que tienen en entredicho su credibilidad?
-Lo más triste es que ninguno de los tres que te nombré ha mencionado cuáles serán las reglas de interacción de la Mesa de la Unidad actual. Se supone que si yo voy a revisar algo debo saber de qué estoy hablando. ¿Vamos a cambiar qué? ¿Cómo es que Torrealba, quien está siendo cuestionado, se va a pagar y dar el vuelto? Se supone que si su gestión está siendo cuestionada otra persona debería evaluarlo porque entonces si yo mismo me evalúo obviamente voy a decir que lo hice bien, a menos que sea el hombre más honesto del mundo. Se podría hablar de reestructuración si se nombraran personas que no tengan rabo de paja.
-¿Quiere decir que la MUD no entrará en una nueva etapa?
-Si no se habla de una verdadera revisión, si no se da a conocer lo que se tiene que corregir, si no se hacen las correcciones y se le sigue dando fuerza a un partido regional o nacional, poniendo a un lado las aspiraciones del país, dudo que venga una nueva etapa.
-¿Por qué debe salir Jesús Torrealba?
-Torrealba no ha sabido incorporar a los partidos menos votados a las acciones de la mesa. Durante la gestión de Ramón Guillermo Aveledo tengo entendido que la vocería rotativa, que tenían los partidos menos votados, ejercía su derecho de palabra y él se reunía por lo menos una vez al mes con esos representantes. Con Chúo se ha reunido sólo el equipo permanente. Como secretario ejecutivo ha estado más vinculado a los medios que a las organizaciones políticas. Si tú no sabes cómo es la disciplina partidista, cuáles son las rivalidades, eres un mal interlocutor. En ese sentido no se puede desestimar la capacidad que tenía Aveledo como operador político, era un interlocutor válido, permitía que todos los partidos se expresaran.
-¿Qué significa que se amplíe la dirección de G4 a G9?
-En el grupo de los cuatro no estaba Voluntad Popular, por el contrario, estaban Avanzada Progresista y Un Nuevo Tiempo con fuerza en Lara y en el Zulia, respectivamente, y a escala nacional AD y Primero Justicia. Fue después, gracias a Leopoldo López que VP apareció como cuarta fuerza. No estaba contemplada inicialmente porque ni siquiera existía. Ya Avanzada Progresista estaba, no es que la están incluyendo ahora, lo que pasó fue que VP se coló por el caudal de votos. Henri Falcón sigue imponiendo la línea de Lara. Ahora tendrán participación Alianza Bravo Pueblo, Vente Venezuela y Movimiento Progresista de Venezuela.
-¿Qué debilidades debe fortalecer la MUD?
-Democratizar la toma de decisiones es fundamental. No puede hablarse de consenso porque los partidos que integran la coalición no van a ponerse de acuerdo con una sola línea. Es importante entonces que por lo menos dos tercios de los representantes de los partidos, no del partido más votado, sino que representante por partido, pueda ejercer su derecho en la toma de decisiones. Y no que sean solos los partidos más votados los que puedan decidir, incluso, eso ya no se puede contabilizar porque los partidos han ido a elecciones con la tarjeta de la Unidad. Es vital que mantengan un discurso coherente y unísono. Los trapos sucios se lavan en casa. Deben cuidar sus comentarios a través de las redes sociales.
-¿Qué errores ha cometido la MUD?
-Hay una cosa que ha dicho Henri Falcón que es muy cierta. Se trata de los anuncios que generan expectativas no realizables, por ejemplo, que se iba a salir del régimen en seis meses. También está lo del abandono del cargo del Presidente de la República. Con toda la diferencia que pueda haber generado Avanzada Progresista con esa opinión, tiene razón. El abandono del cargo, salvo que haya sido demostrada la doble nacionalidad, no tiene mayor incidencia. Lo otro fue la declaratoria de responsabilidad administrativa porque eso debe ser activado por el Fiscal General. Se nota que ni siquiera han leído la Ley Orgánica del Ministerio Público.
-María Corina Machado dijo que la MUD pasó a la historia, ¿qué opina?
-Las últimas declaraciones del partido Vente Venezuela fueron que si se va a asumir una reestructuración de la coalición hay que preguntarse para qué, cuáles son los propósitos, le vamos a presentar una propuesta al país, vamos a salir del gobierno, vamos a seguir igual… si no está claro el panorama de la mesa no tiene sentido que exista. O si solo es una plataforma electoral porque vemos que se les viola la inmunidad parlamentaria a los diputados de la AN y nadie sale a la calle a protestar.
-¿Qué reto tiene la coalición ante su posible inhabilitación?
-Si los partidos se dispersan tratando de obtener su registro individual probablemente se estén lanzando al vacío. Yo creo que deberían hacer núcleo en torno a la figura de la MUD, no tienen otra vía, aislados no van a tener la capacidad para movilizar en tan poco tiempo y con tan pocas máquinas el porcentaje que les exige el CNE para revalidarse. Sería reeditar lo que pasó con el revocatorio. El contexto les exige madurez como instancia democrática, así como democratizar la toma de decisiones.
Testimonios
Filiberto Peña (AD): Reingeniería
“La reestructuración de la MUD es necesaria y saludable para la existencia en el futuro de la coalición. Esperemos que la reestructuración nos lleve a conservar a quienes han estado con nosotros en esta lucha. No significa que vamos a lanzar al cesto de la basura a los dirigentes con los que haya habido diferencias. Lo que se quiere es sumar voluntades a la lucha, incorporar caras nuevas, así como a representantes de gremios, cámaras, ONG, sindicatos, jóvenes, entre otros, para que procuren sus opiniones. Esa reestructuración debe mirar hacia la política social, económica, cultural, deportiva, juvenil, trabajadores; ese sería el verdadero cambio. No acabar con la estructura completa, sino aplicar una reingeniería a la mesa con el fin de escuchar todas las opiniones. Me parece excelente dejar el trabajo en manos de una junta. Creo que se busca poner la casa en orden para presentársela al país y ver si la gente la apoya o disiente. En la mesa no hay derecho al veto, todo debe ser de común acuerdo. El fin es el rescate de la democracia”.
Guillermo Palacios (UNT): Adecuarse
“Si se creó una junta reestructuradora quiere decir que no hubo suficientes acuerdos de cara a la ampliación de la mesa. Por lo tanto, la coalición se está dando unos días, mediante la incorporación de la junta para trabajar mucho más el proyecto de ampliación, para afinar los detalles y las observaciones. Creo que se procura un reglamento de funcionamiento bastante afinado para que sea aprobado por todos. Estoy seguro que la junta se decidió por consenso, y pienso que la reestructuración implicará un trabajo arduo y difícil. Esperemos que lo enfrenten con suficiente altura. Indudablemente la MUD debe reestructurarse porque estamos pasados de tiempo, desde 2016 venimos planteado que la instancia debe adecuarse a las nuevas exigencias. Todas las organizaciones necesitan una reingeniería en su momento determinado y la mesa no escapa a ello. Este momento nos exige mayor unidad y consenso para hacerle frente a este régimen o neo dictadura que controla todos los espacios. Sin duda que para esto hay que prepararse muy bien porque no será sencillo”.
María A. Zapata (VV): Desconfianza
“Yo no puedo, ni como ciudadana ni como miembro de un partido tan serio como Vente Venezuela, fustigar a quienes encabezan la junta reestructuradora pero sin duda alguna creo que la junta que se dio a conocer no era lo que el ciudadano esperaba. Estamos hablando de que la gente quiere ver incorporada a la sociedad, a los sindicatos y gremios. Más allá de sumar partidos grandes o pequeños a la coalición seguimos trancados porque en lugar de generar confianza en el ciudadano generamos una mayor desconfianza. Había cierta expectativa pero con el anuncio de la junta la gente quedó desconcertada. ¿Qué pasó? Eso no era lo que esperábamos de este cuerpo colegiado, se exigía algo distinto. Resulta que dejan a las mismas personas e incorporan a la junta a dirigentes que nadie esperaba. Esto parece un ensayo para que lo evalúe la sociedad pero definitivamente les salió mal.
Los partidos perdieron sintonía con la sociedad civil que son los gremios, sindicatos, amas de casa, personas que no se incorporan a las marchas porque no se sienten identificadas”.
Daniel Orellana (VP): Enroque
“Llama la atención que la junta reestructuradora la integren personas que están siendo cuestionadas. Quienes no han desarrollado una gestión positiva son los mismos que se van a evaluar. Eso no tiene sentido. Si se quieren o se buscan cambios, nuevos aires, otra visión, no puede constituirse un ente con dirigentes que son cuestionados.
Voluntad Popular mantiene que no participará pero si aquellos que participan lo hacen bien, bienvenidos sean, pero las expectativas no han sido cubiertas con este grupo que se presentó, creo que no era lo que la gente esperaba. No voy a menospreciar a nadie pero escuchar a la gente es fundamental. El tiempo nos dará la razón. Además, se habló de una ampliación, no de una reestructuración, lo que se hizo se parece mucho a los enroques que hace el gobierno. Lo que uno aspira es una mayor participación de todos los sectores de la unidad, así como de la sociedad, entiéndase gremios, sindicatos, trabajadores, maestros, jóvenes. Eso es lo que clama la gente”.
Nolberto Herrera (PJ): Mano dura
“A pesar de las críticas y de los errores cometidos en la mesa con el diálogo, es necesaria la reestructuración. Hay que agradecerle a Chúo Torrealba por el trabajo desempeñado pero ya cumplió su ciclo dentro de la mesa y debe asumir otras tareas. Sin duda alguna que la MUD tiene que entrar en una nueva etapa de cara a la realidad social, política y económica que vive el país. No se puede seguir cayendo en los mismos errores del pasado, es necesario actuar con mayor mano dura contra un gobierno que no cumple su palabra, que no quiere contribuir al cambio necesario que demanda el país, al contrario pretende atrincherarse en el poder porque no le ha dado la lectura que corresponde a las realidades
y necesidades del pueblo. Los representantes de los partidos tienen unos días para delimitar lo que va a ser la nueva estructura de la mesa, la agenda de calle y los retos ante un régimen que cada día cierra más los espacios democráticos, de diálogo y de concertación. La MUD tiene que pasar a una nueva etapa de mayor solución, calle + presión internacional”.