Los costos son impagables para seguir circulando como semanario, por ello nos vemos obligados a salir de circulación, dijo la licenciada Carolina González, jefe de Redacción de El Carabobeño.
Tal y como ha sido publicado, el último ejemplar del semanario La Verdad Impresa se publicó hasta ayer viernes por falta de papel.
González recordó que el cierre de la edición impresa de El Carabobeño se produjo el 17 de marzo de 2016, cuando se agotó la materia prima.
-Después de eso nosotros rediseñamos la página web, impulsamos nuestras redes sociales y armamos nuestra programación en El Carabobeño radio, emisora en línea que se ubica en nuestra web.
Mencionó que en el mes de agosto de 2016 se evaluó la idea de regresar a la calle mediante un impreso ya que se generó un vacío en la información que se daba en la región. Desde el cierre del periódico en Carabobo se instaló la hegemonía comunicacional en su más viva expresión en el ámbito de los impresos.
-Aquí hay impresos dedicados a promocionar la gestión del gobernador, no hay esa imparcialidad en la cobertura noticiosa. Por lo tanto hicimos un esfuerzo para poder circular como semanario, el cual resultó siendo sumamente costoso porque los costos del papel fuera del Complejo Editorial Alfredo Maneiro (CEAM), son horrorosos, exageradamente caros. Pudimos hacer una inversión limitada.
El semanario llegó a circular en casi todo el estado Carabobo. Ocurrió que el papel se acabó. Lo que se compró en agosto en 800 bolívares el kilo se vende ahora en 2.300 bolívares y para el semanario se requería casi una tonelada. El costo que representaba cada ejemplar también era impagable.
-La realidad nos llevó a entender que no podíamos seguir comprando papel. Entonces, la pregunta que nos seguimos haciendo es por qué para El Carabobeño no hay papel por parte de Maneiro, que vende el kilo en 35 bolívares incluyendo el transporte.
González agrega que el periódico tiene dos años sin recibir una sola bobina de papel por lo cual cree que el Complejo pudiera estar siendo presionado, amén de que la estatal vende el insumo de manera discrecional, poniendo a sufrir a todos los medios independientes.
-Estamos convencidos que hay un factor adicional, creemos que tiene que ver con las presiones que ejerce el gobernador de la entidad para que el diario no pueda circular.
Recordó que el 19 de marzo del año 2015 recibieron las últimas 72 bobinas, de allí en adelante el Complejo más nunca respondió las solicitudes de cotización que se enviaban casi a diario.
Aunque la sociedad civil le imploró al gobernador que intercediera para evitar el cierre del medio, este no ayudó, al contrario, propicio que el impreso no circulara más, señaló la periodista.
Hasta este viernes se contabilizaron 17 ediciones del semanario. Por ahora El Carabobeño, así como los reportajes de La Verdad Impresa, se mantendrán a través de la página web con los mismos contenidos.
-El hecho de que no nos vendan papel no quiere decir que nos vamos a censurar. No nos vamos a rendir ante la censura. Vamos a seguir trabajando porque queremos seguir informando.
