Parte de los trabajadores de la empresa Piovesán, en la Zona Industrial 1, paralizaron la planta en señal de protesta por lo que consideran un intento de los dueños en cerrarla y dejarlos sin empleo.
Johnny Adam, secretario de reclamos del sindicato, informó que “como estamos discutiendo un contrato colectivo desde hace 378 días, el dueño está maniobrando para cerrar la empresa alegando carencia de materia prima, concretamente arena, lo que no es cierto”.
Señaló que son 140 trabajadores que se verían afectados con la pérdida de sus empleos, necesarios para poder mantener a sus familias, además de las dificultades para conseguir otros en la actualidad.
Desde el miércoles, los trabajadores se declararon en paro, permanecen frente a la empresa, algunos mostrando sus botas dañadas por el uso y el tiempo.
Adam dijo que cuentan con la mayoría del personal en su posición y que la Organización Sindical de los Trabajadores de Piovesán espera nuevas reuniones para tratar de llegar a un acuerdo.
Pero otro sector de la empresa, entre las que figuran Vissay Gómez, Génesis Mendoza y Mariset Piña, se mostró en desacuerdo con la paralización de la planta.
La primera de ellas dijo que el sindicato no convocó a una asamblea para tomar esa medida, la cual consideran ilegal pues no contó con el apoyo de la mayoría del personal.
Explicó que el sindicato estaría exigiendo aumentos de sueldos hasta en un 80 y 150%, lo que consideran exagerado pues la empresa ha implementado cada uno de los aumentos decretados por la Presidencia de la República, además de otorgarles otros beneficios, entre los que figura el pago del impuesto sobre la renta a todos los trabajadores.
La joven, con el apoyo de sus compañeras, enfatizó que, aproximadamente, el 42% del personal de la empresa no está de acuerdo con el paro porque, insistió, no fueron consultados en una asamblea, como lo establece la ley.
Además, informó que la otra planta de Piovesán, donde se elaboran ladrillos, en la Zona Industrial 2, estaba operando de manera normal.
El grupo también dijo que los que no estaban de acuerdo con el paro seguirían laborando de manera normal, incluso cargando los productos adquiridos por los clientes.
