Los padres y representantes de la escuela Juan Guillermo Iribarren, donde cursan 900 alumnos, no están de acuerdo con una medida tomada por la Zona Educativa de nombrar a tres docentes foráneas para sustituir a igual número de profesionales que llevan años cumpliendo funciones con carácter provisorio.
Para protestar por lo que consideran una irregularidad y falta de respeto hacia esas educadoras, este jueves cerraron con candado el portón de acceso a la institución durante la mañana, impidiendo las clases.
Alejandra Arias y Jésica Perdomo, dos de ellas, explicaron que de manera sorpresiva llegó la orden de retiro de las maestras del segundo y primer grado de la tarde y la del segundo grado de la mañana para ser sustituidas por tres docentes procedentes de una de las misiones oficiales.
Eso originó la enérgica protesta de las y los representantes que consideran injusto que las tres educadoras, que tienen cinco años trabajando como suplentes, sin cobrar incluso, y esperaban la titularidad, de pronto hayan sido separadas de los cargos que han venido desempeñando con abnegación.
Además, los niños están acostumbrados a ellas y como viven en las cercanías de la escuela no faltan, lo que sí ocurriría con las sustitutas que residen en El Cují o Tamaca.
Ante la protesta de los padres y representantes, durante la mañana de este jueves se presentó un funcionario de la Zona Educativa para sostener una reunión con ellos en busca de una solución al problema.
Por otra parte, Arias y Perdomo informaron que la escuela carece de filtros para que los niños beban agua, no tiene cancha deportiva, los techos tienen muchas filtraciones y el piso de los patios está deteriorado y ha generado accidentes con lesiones a varios alumnos.