Luego del triple homicidio de Héctor José León Peralta, Edwin Ramón Martínez León, ambos de 27 años y Yeison José Angulo Urriola, de 23 años de edad, hecho ocurrido el pasado sábado en el caserío Mocundo del municipio Jiménez, los habitantes de la población de San Miguel se encuentran un poco asustados.
Sin identificarse certifican que es un “pueblo sin ley”, que es normal para muchos ver cómo en la zona se llevan a cabo cobros de rescate, cómo se refugian parte de los delincuentes en ese lugar y además que andan tranquilos por la zona.
Destacan que el sábado fue de terror, pues fue mucha gente la que presenció cómo raptaron a esos muchachos y aún viven con la angustia y el temor que tomen represalias en contra de alguno de los presentes.
Los residentes ya hoy se atreven a decir que existe participación de “funcionarios” en el rapto de las tres víctimas, quienes posteriormente fueron localizadas sin vida y quemadas dentro de un vehículo.
Aseguran que no se trata de hampa común o por lo menos no, como ellos están acostumbradas a verla. Saben que en el municipio Jiménez actúan organizaciones delictivas que están bien organizadas, pero en esta ocasión no creen que se trate de algunos de ellos.
Manifiestan que esos jóvenes no eran de la zona y mucho menos eran de pasársela en dicha población. Explican nuevamente que los hoy fallecidos fueron interceptados por el grupo comando en el sector El Estadio, ellos bajaron de los vehículos blancos en los que andaban y atacaron a los jóvenes, golpeándolos e hiriendo a uno de ellos en el sitio.
A pesar que los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc Lara, han mantenido muy hermética su labor, trascendió que los sabuesos no descartan hipótesis alguna, continúan enfocados en las dos principales que serían por una supuesta extorsión o el cobro de un rescate. Sin embargo, han estado procesando todo tipo de información que les ha llegado para ir descartando y aclarando un poco el panorama de dicha investigación.
En Caracas
Así mismo se conoció que ya los tres cadáveres se encuentran en la ciudad de Caracas para ser sometidos a pruebas antropológicas y de ADN y determinar a quién pertenece cada uno de ellos, ya que presentan quemaduras de 4to grado en el 99 % de sus cuerpos, quedando totalmente irreconocibles.