Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la productividad es un concepto que describe la capacidad o el nivel de producción por unidad de superficie de tierra cultivada, de trabajo o de equipos industriales.
En el campo de la economía se entiende por productividad al vínculo que existe entre lo que se ha producido y los medios que se han empleado para conseguirlo (mano de obra, materiales, energía, etc.). Suele estar asociada a la eficiencia y al tiempo: cuanto menos tiempo se invierta en lograr el resultado mayor y mejor será el carácter productivo del sistema.
Por medio de la productividad se pone a prueba la capacidad de una estructura para desarrollar los productos y el nivel en el cual se aprovechan los recursos disponibles.
“La mejor productividad supone una mayor rentabilidad… en cualquier empresa o nación”.
De tal manera, podemos deducir que la meta de cualquier gestión económica de calidad es el logro del incremento de la productividad, o sea… la rentabilidad.
Y, a esto se llega a través de la calidad, la eficiencia, la innovación, la tecnología y los nuevos métodos de trabajo. De reglas claras preservadas a través de la Seguridad Jurídica implementada por la Justicia honesta.
La productividad es fundamental para el crecimiento empresarial, público o privado, es esto lo que hace que se aumente la rentabilidad. La forma de expandir o aumentar la capacidad productiva de las empresas está en la obtención del denominado capital de trabajo y esto se logra con la rentabilidad suficiente que permita financiar la añorada expansión empresarial.
Como sinónimo también podríamos utilizar el término rendimiento, porque la productividad exige un buen manejo de los recursos, único fin para la consecución de los resultados que vuelvan eficiente al sistema económico. He allí la importancia de la interrelación de los métodos utilizados, las relaciones internas del sistema de producción y los entes que lo regulan.
La forma de medir la productividad, es a través de un cálculo en el que se realiza una comparación entre los insumos y los productos elaborados, donde la eficiencia está representada por el costo por unidad de cada producto.
La rentabilidad económica mide la tasa de devolución producida por un beneficio económico (anterior a los intereses y los impuestos) respecto al capital total, incluyendo todas las cantidades prestadas y el patrimonio neto (que sumados forman el activo total).Es la base del retorno del esfuerzo ejecutado, del valor del trabajo y de los capitales invertidos.
No se entiende como, la mayoría de avezados economistas a quienes respeto, caen en el delirio populista de satanizar el supuesto sistema rentista venezolano. Desde siempre he pensado que la renta, o sea la productividad, jamás ha sido dañina. Lo dañino ha sido, lo que se ha hecho con la renta obtenida por el país, principalmente, a través de la industria petrolera.
No es fácil entender por qué se sataniza a los beneficios obtenidos por las empresas, las cuales son las mayores generadoras de empleo y esto se traduce en mejor calidad de vida de los empleados; porque pagan mejores salarios, mayores impuestos y cumplen con la denominada responsabilidad empresarial asignada. Menos aún, cuando el costo de extracción del barril de petróleo, dicho por altas autoridades gubernamentales, ronda los 18$ y se ha llegado a vender en más de 100$. (F: Wikipedia)
Es necesario talento probo en la gestión económica…