El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), registró y documentó un total de 26 agresiones a la Libertad de Expresión en el primer mes del año 2017.
Mediante su informe mensual, explican que Venezuela es uno de los países de la región en el que el ejercicio profesional de los trabajadores de la prensa se encuentra seriamente comprometido por la violencia política, y más importante, por la ausencia de garantías para el ejercicio de derechos fundamentales, como lo son el derecho a saber y a decir.
«No hay disposición del Estado para preservar lo consagrado en los artículos 57 y 58 de la Constitución Nacional. Al contrario, el autoritarismo y la hipersensibilidad a la crítica, lo convierten en victimario o cómplice de las violaciones», advierten.
El primer caso registrado en 2017 fue el cese de circulación de EL IMPULSO, debido al incumplimiento en la venta de papel prensa por parte del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, dependiente del gobierno nacional.
«El 4 de Enero, después de 4 días sin poder circular, el Complejo Editorial Alfredo Manerio (CEAM) prometió al Diario El Impulso, de Barquisimeto, papel prensa para 15 días. El 31 de diciembre de 2016 circuló la última edición de este diario regional que tenía meses exigiendo al CEAM el despacho del insumo cuya importación y distribución monopoliza. 189 trabajadores directos dependen del funcionamiento regular de este medio de comunicación. Sin embargo, no fue sino hasta el 9 de enero, cuando los trabajadores acudieron a la sede del Complejo Editorial, que se informó sobre la entrega del insumo que se llevó a cabo el 11 de enero y que permitió retomar la circulación», precisa el informe.
Otro caso emblemático, fue registrado el 10 de enero, cuando fue robado el equipo microondas de la televisora digital de la Asamblea Nacional “Capitolio TV” y secuestraron por varios minutos a Óscar Sánchez y Michael Acosta, técnicos del canal, con el objeto de impedir que el Parlamento sesionará en las instalaciones del Hospital Dr. José María Vargas, en Caracas.
Igualmente el 23 de enero y tras 29 años de circulación ininterrumpida, El Nuevo País anunció que dejaría de circular como diario y pasaría a ser un semanario. «Ante la crisis de papel que afecta a todos los medios de comunicación impresos de Venezuela, tomamos la decisión de ser un semanario y asegurar que podremos acompañar por mucho tiempo más a nuestro público», se lee en el comunicado en el que el impreso anunció la medida.