Desde diciembre de 2016 la escasez de insulina básica se agravó y son los pacientes de edad infantil, al menos 500 en el estado Lara, los más amenazados ante la precariedad, puesto que solo 72 horas sin esta proteína pueden ser suficientes para producir la muerte.
Así lo advirtió a EL IMPULSO, la jefa del servicio de Endocrinología del Hospital Universitario de Pediatría Agustín Zubillaga (Hupaz), Nereyda Rojas, quien informó que de manera diaria atienden entre uno y dos pacientes con complicaciones agudas por la falta de insulina.
“No hay insulina de acción prolongada, solamente se consigue la rápida que no cubre las necesidades de los niños”.
Al faltar el medicamento, se desarrolla la cetoacidosis diabética que amenaza con la vida del infante. No obstante, en el Pediátrico han podido ayudar y prevenir fallecimientos por dicha descompensación, aunque en estos momentos no tengan con qué.
“En cualquier momento se puede desatar la morbilidad de infantes por esta escasez”.
Destacó que únicamente en el Hupaz tienen registrados 500 pequeños con diabetes, pero deben tomarse en cuenta quienes son asistidos en centros privados y en el Hospital del Seguro Social Pastor Oropeza.
Rojas, al mismo tiempo, se mostró preocupada por la dieta de los infantes que no colabora a mantener el control metabólico pertinente.
“No hay alimentos ni los nutrientes necesarios en las calles ni en los hogares de nuestro país (…) Nuestros pacientes están comiendo puro arroz o masa pura cuando consiguen y ahí se les sube la glicemia por los cielos”.
Alzarán la voz
Para hacer pública “la grave situación” la ONG Amigos con Diabetes, pacientes, representantes y pediatras se pronunciarán sobre la escasez de insulina el próximo miércoles. A través de una rueda de prensa expondrá la tortuosa realidad que viven los niños y pacientes diabéticos en Venezuela, debido a la crisis que agobia al sector salud y farmacéutico.
El pronunciamiento informativo será en el auditorio del Hospital Central a las 8:30 de la mañana.
“Nuestros niños se pueden morir porque la enfermedad no espera”.