El Barcelona se clasificó este martes para su cuarta final de Copa del Rey consecutiva, pese a empatar 1-1 ante el Atlético de Madrid (victoria 2-1 en la ida), con un gol del uruguayo Luis Suárez, en una vuelta de semifinales en la que los rojiblancos merecieron más.
Suárez aprovechó un rechace del portero Miguel Angel Moyá a un tiro de Leo Messi para hacer el 1-0 (43), antes de que Kevin Gameiro hiciera el 1-1 (82) en el Camp Nou.
El tanto azulgrana cayó como un jarro de agua fría en el equipo rojiblanco que hasta ese momento se había mostrado dominador con una fuerte presión que impedía el juego de toque del Barça.
Los azulgranas mejorarían su juego en la segunda parte de un partido que acabaron con nueve por las expulsiones por doble amonestación de Sergi Roberto (57) y Luis Suárez (90), quien se perderá la final.
Los rojiblancos también acabaron con nueve por la exclusión de Yannick Carrasco (69) por doble amarilla.
El Atlético de Madrid, además, vería como Kevin Gameiro fallaba un penal a diez minutos del final, antes de resarcirse con el empate.
Buscando a Messi
Tras perder 2-1 en la ida en Madrid, el Atlético salió dispuesto a buscar los goles que necesitaba presionando muy arriba a un agobiado Barça, que en la primera media hora apenas inquietó la portería defendida por Moyá.
En el minuto 6, Carrasco recortaba en el área para soltar un tiro a bocajarro que detuvo el meta holandés Jasper Cillessen, mientras que al cuarto de hora, el uruguayo Diego Godín soltaba un peligroso cabezazo detenido por el portero del Barça (17).
Los azulgrana no conseguían conectar sus pases con Messi y Suárez, este martes sin Neymar que no pudo jugar por sanción, mientras los rojiblancos dominaban, pero fallaban en la finalización de las jugadas.
Tanto perdonar les pasó factura cuando Messi soltó un tiro desde la frontal que rechazó Moyá solo para que Suárez empujara el esférico a gol (43).
El delantero uruguayo, que ya había marcado en la ida, acercaba así un poco más la final copera para desolación de los rojiblancos, que a la vuelta del descanso vieron como los locales avanzaban sus líneas, ante la menor presión de los del «Cholo» Simeone.
El Barça tocaba más y controló más el partido ante un Atlético que acusó el esfuerzo de la primera parte, pero que se animó tras la expulsión de Sergi Roberto.
En superioridad numérica, los rojiblancos se acercaron más a la portería de los azulgranas, obligados a replegar, lo que permitió un gol del francés Antoine Griezmann, anulado por fuera de juego, pese a que estaba en posición correcta (60).
El Atlético vuelve al partido
Las fuerzas volvieron a equilibrarse con la expulsión de Carrasco (69), lo que permitió al Barcelon volver a desplegarse, aunque su mejor ocasión llegó en una falta que Messi estrelló en el larguero (77).
Apareció entonces Griezmann en el área barcelonista, ante la relajación de la zaga azulgrana, para meter un balón a Gameiro cuyo disparo acabó en las redes de Cillessen para hacer el empate (82).
Con el 1-1 a falta de diez minutos para el final del partido, el Atlético volvió a creer y se lanzó a por el tanto que hubiera forzado la prórroga, pero el disparo de Filipe Luis sólo ante Cillessen se encontró con la pierna del francés Samuel Umtiti que se cruzó bien para frustrar la última ocasión rojiblanca (90+4).
El empate permitirá a los azulgrana buscar su tercer trofeo consecutivo contra el ganador de la semifinal que jugarán el miércoles Celta y Alavés.