Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) se han constituido en un importante foco de corrupción, pues con cada kilo de rubro que se entrega en las cajas, en Venezuela se podrían producir 16.
De esta manera se expresó este lunes el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, durante su programa radial, donde calificó de indignante que todos los productos sean importados de Panamá, México, Guatemala y Honduras, por nombrar algunos países.
“Imagínense lo que esto significa en materia de corrupción. Todo lo que se podría producir en el país, lo que significa pagarles a los panameños para que centralicen, empaqueten las bolsas y las cajas allá y las traigan, es hacer del hambre un hecho de corrupción. El hambre se ha convertido en un negocio en Venezuela, un negocio de dominación política” expresó.
Indicó que el azúcar, la mayonesa, el arroz, la harina de trigo, las arvejas, caraotas, pasta, carne en lata, leche y aceite son traídos de otros países de América y vendidos con sobreprecio a los venezolanos. En este aspecto es importante recordar que el diputado Carlos Paparoni, también presidente de la Comisión Agroalimentaria, habría asegurado el jueves pasado que la caja o la bolsa tiene un costo de $8, sin embargo, las venden a $35.
“¿A dónde va la diferencia de $27?”, se preguntó Paparoni, a la vez que responsabilizó a Marco Torres, Freddy Bernal y el ministro Castro Soteldo de destruir la producción nacional, “lo que ha generado una crisis de hambre en los venezolanos, mientras unos pocos se hacen millonarios”.
Mientras tanto el diputado Paparoni, quien presidió la Comisión de crisis agroalimentaria de la Asamblea Nacional, explicó que la principal solución es apostar a lo hecho en Venezuela, a la industria nacional y a los productores venezolanos, para ir disminuyendo gradualmente las importaciones.
De igual manera, la máxima autoridad del Legislativo argumentó que la producción nacional debe volver, entre otras cosas, porque en el pasado la actividad agrícola representaba el 40 % de los empleos en el país y se exportaban algunos rubros.
Borges puntualizó que los CLAP no resuelven el alto índice de escasez porque simplemente son un arma política de control que beneficia económicamente a algunos funcionarios del Gobierno nacional.