El Banco Central es la institución responsable de gestionar la política monetaria de un país, es decir, maneja las magnitudes monetarias de una economía, contribuyendo al logro de los objetivos de las políticas económicas. En este sentido, el rol que debe desempeñar un banco central, generalmente, está vinculado con múltiples funciones: emisión de la moneda de curso legal, supervisión de la masa monetaria, control de la inflación, estabilidad monetaria, reglamentación y supervisión de la banca comercial, manejo de las reservas internacionales, además debe suministrar información sobre las variables fundamentales de la economía.
Dado que el sistema monetario y financiero global se desenvuelve en un contexto sometido a las mutaciones provenientes de las recurrentes crisis financieras y de las innovaciones tecnológicas -criptomonedas, sistemas de pagos electrónicos, entre otros– sus esquemas operacionales, deben adaptarse a nuevas reglamentaciones y modificaciones en la infraestructura de los mercados financieros, la volatilidad de los tipos de cambio y aspectos relacionados con la ciberseguridad; de esta manera, los bancos centrales deben permanentemente ser sometidos a un proceso de redefinición de su rol como institución fundamental de la economía
La política monetaria y los bancos centrales
La función básica de los bancos centrales es el manejo de la política monetaria. La misma se orienta hacia el logro de la estabilidad de precios, lo cual exige un manejo adecuado para controlar los índices inflacionarios. En muchos países, la prioridad de la política monetaria,ha estado dirigido a mantener la inflación dentro de niveles manejables. Esa ha sido la estrategia de países como Canadá, Nueva Zelanda y el Reino Unido. En el marco estrictamente operativo, el manejo de la política monetaria se desarrolla a través de la oferta de dinero, que contempla por lo general operaciones de mercado abierto y manejo de las tasas de interés. El otro aspecto básico, es la fijación de los tipos de cambio. Es optativa la adopción de un tipo de cambio fijo o flexible. La transparencia conque el banco central transmite a los organismos financieros, comerciales, políticos y al público los impulsos y efectos de las variables monetarias sobre la actividad económica, las metas a lograr, y el diseño de la relación institucional entre las políticas monetarias y fiscales, determinaran su eficiencia y operatividad gerencial.
En este sentido, los estudiosos del tema, generalmente coinciden en la necesidad de que los bancos centrales puedan elaborar sus políticas con relativa autonomía respecto de los gobiernos, pues de lo contrario, estos ejercerán presión para someter sus decisiones a sus particulares intereses. Es un tema debatible, que se presta para numerosas interpretaciones.
El Banco Central de Venezuela
El Banco Central de Venezuela (BCV) fue fundado en 1939 durante el gobierno de Eleazar López Contreras, como el ente encargado de la emisión de la moneda de curso legal y formulador de política monetaria en el país. Comenzó a operar el primero de enero de 1941. Durante muchos años, la institución gozó de autonomía en sus ejecutorias, y la formulación de sus políticas se caracterizó por un alto nivel técnico-económico.
Las funciones del BCV están determinadas en el artículo 318 de la Constitución, donde se establece: “Las competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva por el Banco Central de Venezuela. El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria… Para el adecuado cumplimiento de su objetivo, el Banco Central de Venezuela tendrá entre sus funciones las de formular y ejecutar la política monetaria, participar y ejecutar la política cambiaria, regular la moneda, el crédito y las tasas de interés, administrar las reservas internacionales y todas aquellas que establezca la ley». Así mismo en el artículo 320 se establece que: «…En el ejercicio de sus funciones el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias…»
Con el arribo de Hugo Chávez al poder en 1999, el ente emisor empezó a sufrir un conjunto de reformas, que paulatinamente fueron despojando a la institución de su autonomía, transformándolo en un apéndice dependiente del Ejecutivo. De esta manera, se convirtió en un organismo creador de dinero inorgánico destinado al financiamiento del déficit fiscal y las políticas del Estado. Ello ha impedido el logro de sus funciones fundamentales: la defensa del valor de la moneda, la estabilidad monetaria y el control de la inflación.
Durante el gobierno de Nicolás Maduro, y ante la pérdida del control de la Asamblea nacional por el oficialismo, se reformó la Ley del Banco Central, con el objetivo de que la designación de sus autoridades recaiga en el ejecutivo y no el parlamento. De esta manera se acentuó aún más la subordinación de este organismo técnico a las decisiones del gobierno central, que como hemos visto carece de políticas coherentes para enfrentar los graves desequilibrios macroeconómicos que enfrenta el país.
La reciente designación de un diputado del partido de gobierno, como presidente del BCV por parte del ejecutivo, se encuadra dentro de la estrategia gubernamental de utilizar el organismo como su financista directo. Ello debilitará aún más su autonomía, y continuarán las erráticas, improvisadas, ineficientes e infaustas decisiones de política económica.