Uno de los momentos más anhelados por toda mujer, es el de su compromiso; ese día donde el novio pide su mano y le propone matrimonio sellando la petición con un anillo que, a partir de ese momento, ella portará en su dedo anular izquierdo, llevando así un símbolo de confianza y entrega del uno para el otro
Cuando hablamos de anillos de compromiso, son muchos los modelos que se pueden encontrar, sin embargo, el modelo elegido siempre estará inspirado en la percepción que tenga el caballero de la dama; según algunos estudios, para hacer la elección correcta, un novio puede pasar, aproximadamente, tres meses visitando diferentes joyerías y analizando casi 27 modelos antes de decidir el que más se parezca a su novia.
El anillo de compromiso ideal se caracteriza por poseer un diamante, ya que esta piedra es la que más se apega al concepto de “eternidad”, claro está, que la idea variará según el bolsillo y los gustos de cada cual. Ahora, de lo que no tenemos duda, es que sin importar la piedra o material, el significado sentimental será lo que marque la diferencia.
Inicios
Algunos investigadores indican que en la Prehistoria, los hombres ataban a sus mujeres lazos de hierbas en las muñecas, los pies y la cintura como símbolo del compromiso. No obstante, los egipcios entregaban a sus parejas anillos con los que creían podían atar el amor y evitar que se fugara por los dedos. Mientras que en el siglo XVIII, los novios les obsequiaban a sus novias un dedal de compromiso, pues se consideraba un regalo lujoso.
Primer diamante
Fue el archiduque Maximiliano de Austria quien entregó el primer anillo de oro con diamantes incrustados a su futura esposa, María de Borgoña, en el año 1477. Sin embargo, la réplica de este noble acto se dio, únicamente, entre las personas más adineradas de la época.
La vena amorosa
Es probable que se hayan preguntado, alguna vez, ¿por qué el anillo se usa en el dedo anular de la mano izquierda? La historia cuenta que los antiguos romanos creían que justo en ese dedo, se encontraba una vena que iba directo al corazón, así que la llamaron “vena amoris” que quiere decir “vena del amor” y establecieron que por tal razón el anillo debía ser usado allí.
Popularidad
En 1947, a pesar de que ya se acostumbraba dar un anillo como símbolo de compromiso, faltaba algo que acrecentara la importancia de este en el mercado, es así como una publicista americana llamada Frances Gerety, creó el eslogan “A diamond is forever” (un diamante es para siempre), para la marca De Beers, volviéndose el mejor eslogan del siglo XX y permitiéndole a esta mujer crear toda la publicidad de la compañía durante 25 años.
Formas y materiales
Para el año 1700, el anillo de compromiso más vendido era el de forma de corazón y en lugar de tener un diamante, se prefería usar el rubí por su hermoso color. Actualmente son muchos los cortes y materiales usados, por ejemplo: oro amarillo o blanco por tradición, el platino para los gustos más exigentes y más reciente surgió el paladio por su bajo costo. Entre los cortes del diamante destacan, el circular y el corte princesa; sin dejar a un lado el diamante sintético que puede ser muy accesible.
La respuesta
Pocas mujeres saben que decir “sí” no es la única respuesta que le pueden dar al novio, tradicionalmente se acostumbraba a regalarle al caballero un reloj de pulsera como gesto de aceptación. Se trata de que él también lleve consigo algo que al mirarlo le recuerde inmediatamente a su prometida.