El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se comprometió a terminar las obras iniciadas en el país por la constructora brasileña Odebrecht, muchas de las cuales -según la oposición- quedaron inconclusas aun antes del escándalo por el pago de sobornos a funcionarios estatales.
«No es tecnología espacial. Si me dicen que es un cohete lo que hay que poner allí, es difícil (…), pero eso es cabilla, cemento y trabajo y eso lo sabemos hacer los venezolanos. Vamos a terminar todas las obras que tenía Odebrecht en el país», dijo Maduro en su programa dominical de televisión.
El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, aprobó el pasado miércoles iniciar una investigación sobre el presunto pago de coimas a funcionarios del Estado por parte del gigante brasileño. El acuerdo se votó en ausencia de los asambleístas del chavismo.
Según el diputado Juan Guaidó, presidente de la Comisión de Contraloría del Legislativo, «la cifra de los contratos con Odebrecht en Venezuela asciende a 16.000 millones de dólares».
Guaidó cuestionó que, a diferencia de otros países de la región, en Venezuela el caso no haya generado un «escándalo».
Su colega Julio Montoya aseguró durante el debate parlamentario que los incumplimientos de Odebrecht son apenas la punta del iceberg, pues en Venezuela «hay más de 20.000 millones de dólares en obras inconclusas» contratadas por los gobiernos chavistas.
Maduro no aludió a esas denuncias, aunque aprovechó para atacar a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), al compararla con la empresa brasileña.
«Odebrecht se autodisolvió como la MUD», afirmó el gobernante venezolano.