La principal conclusión para Venezuela, al finalizar la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, es que el camino para superar la crisis estructural del país es el entendimiento y la negociación, a través de un amplio proceso de concertación, en contraposición a la agenda de la violencia.
En eso coincidieron 30 figuras galardonadas con el nobel, quienes se reunieron en Bogotá, Colombia, para reflexionar sobre la paz y la democracia en el mundo, evento al que asistió por Venezuela, el gobernador Henri Falcón, quien participó en las plenarias más importantes en materia de negociaciones de paz, con varios de los premios nobeles.
Ellos jugaron un rol protagónico en la solución de conflictos, como Lech Walesa, expresidente de Polonia, antiguo sindicalista y activista de los derechos humanos; el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; y el expresidente de Costa Rica, Oscar Arias; Rigoberta Menchú, líder indígena guatemalteca, defensora de los derechos humanos, embajadora de buena voluntad de la UNESCO; José Ramos-Horta, presidente de Timor Oriental y previamente el portavoz de la resistencia timorense en el exilio durante la ocupación de Indonesia. En las conversaciones con estas grandes figuras hay varios elementos que destacan y son aplicables por entero a la realidad venezolana, destacó Henri Falcón.
En primer lugar, que no hay violencia buena. Hay que borrar de la mente que una idea política se tenga que defender a través de las armas o de la fuerza. Otro planteamiento es la necesidad de una voluntad de las partes de llegar a acuerdos y alcanzar soluciones en lo económico y en lo político, que permitan resolver la crisis social.
“La presencia de facilitadores reconocidos por las partes genera un clima de confianza que debe ser fortalecido incorporando a un comisionado del secretario general de las Naciones Unidas y a otro de la Organización de Estados Americanos, pero es muy importante resaltar el rol que ha venido desempeñando el representante del Vaticano”, expresó Henri Falcón.
En tercer lugar destaca el proceso de reparación a las víctimas que han sufrido persecuciones, actos de violencia y discriminación.
Sanar las heridas
Una de las frases más aplaudidas en la cumbre la pronunció el presidente Juan Manuel Santos: no hay paz con hambre y pobreza. En el caso venezolano esa reflexión adquiere una dimensión dramática por la crisis humanitaria, por el desabastecimiento de medicinas y alimentos, además de los altos índices delictivos.
Ampliación de la MUD
En opinión de Henri Falcón, si en todo el proceso de negociación y entendimiento nacional se logra alcanzar la restructuración de la Mesa de la Unidad Democrática con la incorporación de otros partidos y de la sociedad civil, estaremos dando un paso adelante.
“Hay que ser amplios, tolerantes, diversos, democráticos, para consolidar cada día con mayor fuerza la alternativa de poder en Venezuela. El país requiere una oposición unida y consolidada, donde las diferencias se resuelvan con el debate respetuoso y con altura, pero más allá de eso, la gente espera soluciones, propuestas y resultados”.