“Ustedes son la sal de la tierra” dice Jesús a sus discípulos en el Evangelio de hoy ¿Qué es la sal?, es una sustancia ordinaria blanca, cristalina, de sabor propio, bien señalado, muy soluble en agua, crepitante en el fuego y que se emplea para sazonar los manjares y conservar las carnes. (Esto dice la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana).
Como todos sabemos por propia experiencia, la sal usada en justa medida hace que los alimentos que así lo exijan se transformen en comida sabrosa y agradable para el paladar y que permita fortalecer la vida física humana; al mismo tiempo, la sal impide que la carne se dañe, y facilita su larga duración, con miras al servicio humano. Entonces podemos decir que si el cristiano debe ser como esa sal, significa que con su vida, su testimonio, desde una fe práctica, sea un elemento de unión social, de armonía humana; que precisamente desde la amistad, fundamentada en la honradez, veracidad y servicios, logre hacer más agradable y útil la vida personal, desterrando la amargura o la desesperación. Entonces el cristiano ya sea padre, madre, hija o hijo, coloque desde su buen trato y espíritu de diálogo, en la familia, un clima de confianza, paz y felicidad. No seamos insípidos, ni tampoco “salados”.
Pongámosle buen gusto a la vida y a la sociedad desde la fe. A la vez Cristo quiere que sus seguidores desde su vida normal como trabajadores o profesionales, desde un comportamiento honesto y una visión apropiada de la sociedad actual, sean ante los vicios, los engaños, la maldad, más bien fermentos de justicia, fraternidad, dignidad, trascendencia y así impedir que las estructuras sociales se corrompan, por la presencia del misterio del mal. De tal suerte que el cristianismo sea presentado al hombre desde una buena argumentación, con solidez como motivación, de manera atractiva y agradable: pero que en las situaciones límites, sepa manifestarse con altura, y al mismo tiempo con firmeza, del lado del bien, de los derechos humanos, de las auténticas exigencias sociales, tal como lo exige el Proyecto de Dios. Es así como el Cristianismo se convierte en sal de la tierra.
“Ustedes son la luz del mundo”, dice el Señor, la luz del sol produce el día; la claridad nos permite desenvolvernos con más eficiencia; por las noches la luz eléctrica entre otras, nos permite ver, trabajar, movilizarnos. Por lo tanto desde Cristo-Luz el cristianismo debe iluminar como verdad; la ciencia, la técnica, el humanismo, la existencia toda. La vida del cristiano puede iluminar u oscurecer. No seamos oscuridad con la droga, el alcoholismo, el robo, la pereza y la corrupción.
Cristo, desea que cada uno de sus seguidores sea desde la humanidad, sinceridad, amistad, coherencia, fe; una lucecita que ilumine el rumbo de la historia. Cristo nos reta diciéndonos que de alguna forma debemos ser luz del mundo.
Mons. Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto
Evangelio
Mateo (5,13-16) En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos». Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.
S.S. FRANCISCO
¿Quieres ser feliz? Esto es lo que te invita a hacer el Papa Francisco
El Papa Francisco reflexionó sobre las “Bienaventuranzas” … y aseguró que para ser feliz hay que llevarlas a cabo, hacerlas concretas en la propia vida.
“El pobre de espíritu es el cristiano que no se confía en sí mismo, en sus riquezas materiales, no se obstina en sus propias opiniones, sino que escucha con respeto y está dispuesto a las decisiones de otros”
…“Jesús manifiesta la voluntad de Dios de conducir a los hombres a la felicidad”. “En esta predicación Jesús sigue un camino particular: comienza con el término ‘dichosos’, es decir, felices; prosigue con las indicaciones de las condiciones para ser así y concluye haciendo una promesa”.
“No se es dichoso si uno no se convierte en grado de apreciar y vivir los dones de Dios”, aseguró el Papa.
…“La felicidad de los pobres de espíritu tiene dos dimensiones: respecto a los bienes materiales es la sobriedad, no necesariamente renuncia, sino la capacidad de vivir lo esencial, de compartir; capacidad de renovar cada día el estupor por la bondad de las cosas sin sobrecargarse en la opacidad del consumo voraz”.
… “La humildad como la caridad es una virtud esencial para la convivencia en las comunidades cristianas”
Iglesia en Marcha
• La Escuela Misionera Evangelizadora (nuevos ministerios) invita a todos los ministros a participar a la jornada de oración que realizará la Pastoral de la Salud, con el Padre Jesús Larez, el sábado 11/02, en el coliseo del complejo ferial. (8:00 confesiones / 9:00 adoración al santísimo) ir con el uniforme.
• La Renovación Carismática Católica Servicio de Familia invita:
-Retiro para parejas I nivel los dias 10, 11 y 12/02. lugar: U.E. Francisco Tamayo -Tinajitas.
-Convivencia de parejas «la alegría del amor» fecha: 18/02 a las 8:00 a.m lugar: capilla Sagrada Familia, car. 27 con calle 17. inf.: 0416-7595355 y 0424-5307220