Cada 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, como una vía para recordar lo letal de la enfermedad si no es diagnosticada a tiempo. De igual manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) procura que las personas reflexionen y se comprometan a hacer algo que pueda marcar la diferencia en la lucha contra esta enfermedad.
Según la OMS, en el 2012 se registraron 8,2 millones de nuevos casos y se estima que esta cifra aumente a 22 millones en los próximos 20 años. Los cánceres más mortíferos son los de pulmón, estómago, colon, mama e hígado.
No obstante, un alto porcentaje de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, si se detectan en una fase temprana.