El museo Louvre de París reabrió al público el sábado por la mañana, menos de 24 horas después de que un atacante con un machete gritó «íAllahu Akbar!» y fue herido a disparos por soldados.
Bajo la lluvia y en medio de una vigilancia reforzada de policías armados y soldados, los turistas hacían fila fuera del museo en el centro de París, que fue cerrado inmediatamente después del ataque del viernes.
El atacante fue abatido de cuatro balazos después de herir a un soldado que patrullaba el centro comercial subterráneo. Un funcionario del Ministerio del Interior egipcio confirmó el sábado a The Associated Press la identidad del atacante como Abdullah Reda Refaie al-Hamahmy, de 28 años y nacido en Egipto.
El funcionario dijo que la investigación inicial no le descubrió antecedentes de activismo político, actividad delictiva o pertenencia a algún grupo miliciano en Egipto. El funcionario habló bajo condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a informar a los medios de comunicación.
En el perfil de Abdallah El-Hamahmy en Twitter había mensajes el 26 de enero de que viajaría de Dubái a París. En la foto de perfil, el hombre es visto sonriendo y apoyado contra una pared con una chaqueta deportiva azul y blanca.
En otro tuit, aparece la diatriba: «No hay negociaciones, no hay acuerdos, no hay que ceder, sin duda no hay que retroceder, guerra implacable». El atacante permanece hospitalizado en estado grave, según autoridades francesas que aún no han confirmado la identidad del hombre.
Los visitantes del Louvre expresaron sentimientos encontrados el sábado por el incidente. Algunos turistas dijeron que planeaban partir de París antes de lo planeado. «Escuchamos en las noticias que ocurrió un ataque terrorista… Nos quedamos en el hotel y estamos pensando en reducir nuestras vacaciones en París», dijo la argentina Lucia Reveron.
Otros turistas lucieron estoicos o se sentían seguros debido a la mayor presencia de fuerzas de seguridad. Las autoridades de Emiratos Árabes Unidos condenaron el ataque el sábado, pero no hicieron comentarios sobre la posible conexión del agresor con el país. Se cree que el atacante vivió en Emiratos Árabes Unidos, según dijeron las autoridades francesas.
El Ministerio emiratí de Exteriores describió el suceso como un «crimen espantoso» y prometió su solidaridad y apoyo «a cualquier medida que pueda tomar Francia para preservar su seguridad».