Durante aproximadamente dos horas, desde las 3 y hasta poco después de las 5 de la tarde de ayer, se mantuvo obstaculizado el tráfico en la avenida Ribereña, entre las calles 28 y 29, porque los habitantes de la comunidad San Martín de Porres decidieron reclamar en la vía pública por la suspensión del suministro de agua en esa zona desde el jueves 19 de enero.
Los residentes de las casas ubicadas al borde de la avenida usaron cauchos, ramas y otros desechos para impedir la circulación de los vehículos, acción que generó un inmediato congestionamiento y la inherente molestia de parte de los conductores.
La falla del servicio se debe a que hurtaron parte del sistema eléctrico y se averió una bomba en Macuto. Esta fue la justificación dada por los representantes de Hidrolara a uno de los habitantes de la comunidad, José Álvarez. La versión la ponen en duda otros vecinos como Carmen Terán. “Siempre nos dicen lo mismo”, refutó la mujer e hizo referencia a dos protestas iguales que hicieron en octubre y noviembre del año pasado, cuando la respuesta de la institución fue la misma. Ella cree, además, que si realmente suceden hurtos con tanta frecuencia y los costos de los materiales son altos la hidrológica debería tomar medidas de seguridad efectivas.
Desventajas
Adicional a las incomodidades para el aseo y la cocina, contó Terán, por la falta de agua ayer varios niños y adolescentes solo recibieron clases hasta las 10 de la mañana porque en centros educativos como el Colegio Salvador Garmendia también tienen limitaciones con el servicio.
Contratar camiones cisternas, respondió Álvarez, tampoco es una opción para quienes residen en San Martín de Porres porque para llegar a las casas es necesario subir casi 500 escalones y la manguera de este tipo de vehículos es corta. De modo que solo las casas más cercanas al borde la avenida pueden llenar sus tanques con facilidad.
Con todo, por la protesta de ayer las familias lograron que Hidrolara se comprometiera a enviar hoy en la mañana tres camiones cargados de agua para la comunidad. Esto, sin embargo, no es la solución porque, dijo Terán, desean volver a tener el servicio por tubería al menos dos veces a la semana, como antes.